Rostros, miradas y también gestos. A diario Calama demuestra a través de su gente, de sus visitantes o de quienes optaron por quedarse por un tiempo en la ciudad, la naturaleza de cada persona. Desde la que transita por sus calles, o bien realiza el trabajo diario.

Calama y su gente, la que en ocasiones cubre su rostro ante el implacable astro rey, o bien, la que demuestra una jornada de cansancio, de concentración o de incomodidad. Son precisamente los rostros locales los que adornan y complementan el día a día de Calama.

Con diferentes gestos, miradas, y también la intención detrás de cada una de ellas la ciudad se comunica, sus habitantes se expresan, y también se entiende en cada postura y forma de hacerlo.

Tal cual fuese una panorámica o un detalle, los gestos también develan una parte importante del ánimo, del carácter y también de la naturaleza de cada persona que lo emite, y que lo necesita como si fuese una muestra del interior que se proyecta en el exterior, en las calles, el trabajo y la vida cotidiana de cada loíno que la gesticula y la comunica.