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Atacante no tenía problemas mentales

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El joven Alex Hribal, acusado por el ataque con cuchillos que causó una veintena de heridos en una escuela secundaria de Pensilvania (Estados Unidos), no ha tenido problemas psiquiátricos, afirmó ayer su abogado Patrick Thomassey.

El abogado dijo a la cadena televisiva ABC que Hribal, de 16 años, era un buen estudiante, que se relacionaba con sus compañeros y nunca había estado metido en problemas hasta el incidente del miércoles.

Según las autoridades, el joven comenzó su ataque en los pasillos de la escuela secundaria Franklin, de la localidad Murrysville, unos 40 kilómetros al este de Pittsburg, antes de que empezaran las clases.

Hribal entró en el centro escolar con dos cuchillos de entre 20 y 25 centímetros y fue atacando a quienes encontraba a su paso desde el vestíbulo hacia una de las alas del edificio, hasta que lo sujetó y derribó el subdirector de la institución, Sam King, antes de que llegara la policía, explicó el profesional.

Los padres de Hribal "están destrozados, no pueden comprender qué le ha ocurrido y expresan sus condolencias a todos los afectados", declaró Thomassey a ABC .

El fiscal de distrito, John Peck, dijo que Hribal hizo algunas declaraciones después de ser reducido por personal de seguridad de la escuela que manifestaban "un deseo de morir".

El FBI confiscó el computador del joven inmediatamente después del ataque, pero sus compañeros indicaron que tenía una presencia menor en Facebook y escasa experiencia con Twitter. Los estudiantes lo describieron como "tranquilo y vergonzoso", según un reporte de la agencia DPA.

Morgan Ritchey, una de las alumnas de la escuela y que compartía dos asignaturas con Hribal, lo describió como "un poco incomprendido".

"Siempre sentí que había en él un aspecto diferente que nadie conocía y que era, digamos, difícil de descubrir", opinó Ritchey citada por la agencia EFE.

Sindicatos paralizan Argentina y piden medidas contra la inflación

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La huelga general convocada en Argentina por las centrales obreras opositoras registró una adhesión "muy importante", afirmó el líder obrero Hugo Moyano. Según el dirigente, en muchos casos llegó al 98%

Se trata de la segunda huelga general contra el Gobierno de Cristina Fernández desde su asunción en diciembre de 2007. Fue convocada en reclamo de medidas para paliar los efectos de la inflación, que este año superaría el 30%, según estimaciones citadas por la agencia DPA.

Argentina quedó paralizada ayer por la huelga nacional que afectó el transporte público y de carga, la aviación comercial, el suministro de combustibles, hospitales y escuelas, entre otros, en demanda de mejoras económicas para los trabajadores en un contexto de creciente inflación.

"Estamos interpretando lo que la gente quería expresar y esto quedó de manifiesto. Le pido encarecidamente al Gobierno que preste atención a lo que expresa la gente, que deje de lado la soberbia, el maltrato a la gente", insistió Moyano.

Decenas de miles de personas tuvieron complicaciones para llegar a sus trabajos o decidieron quedarse en sus casas debido a la huelga.

Según la agencia AP, los huelguistas exigen negociaciones salariales en las que interviene el Gobierno como árbitro sin topes máximos, la derogación del impuesto que se aplica a los salarios, un aumento a jubilados y pensionados y el reparto de los fondos que el Estado adeuda a las prestadoras de salud sindicales.

El diario Clarin consignó que la Presidenta Cristina Kirchner decidió continuar con su agenda de trabajo en la Quinta de Olivos.

Según informó la agencia Télam, la Mandataria mantendría diversas reuniones con el titular de YPF, Miguel Gallucio; y el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido.

El jefe de gabinete de Fernández, Jorge Capitanich, denunció que los convocantes "pretendían sitiar los grandes centros urbanos" con "un gran piquete nacional", en referencia a los 40 cortes y bloqueos de calles y rutas establecidos en todo el país. "Esa es una metodología a la vieja usanza del medioevo. En la Edad Media los señores feudales impedían el acceso a la población", afirmó Capitanich.

El oficialismo asoció a uno de los dirigentes sindicales convocantes, Luis Barrionuevo, con el opositor Sergio Massa, ex jefe de gabinete de Fernández y ahora contrincante político con aspiraciones presidenciales. Parlamentarios afines a Fernández denunciaron que la protesta "beneficia a las grandes corporaciones".

Inflación Para este año, algunos organismos anuncian una inflación que superaría el 30%.

Transporte Más de 30 gremios sectoriales se plegaron al paro, lo que paralizó las urbes.

Peticiones Los sindicatos quieren derogar el impuesto a sueldos y aumentar las jubilaciones.

Antecedente En 2012, los sindicatos convocaron la primera huelga general contra Fernández.