Discrepan de efectos que tendrá la reforma tributaria en la clase media
Las 175 páginas de la reforma tributaria propuesta por el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, llegaron esta semana al Congreso donde ya es materia de debate. La iniciativa, que en los próximos cuatro años espera recaudar cerca de US$ 8.200 millones, tiene entre sus ejes fundamentales, financiar la gratuidad y la calidad de la educación, además de otras políticas sociales.
Para alcanzar este objetivo, el proyecto buscará revertir la baja carga tributaria que tiene Chile, distante hoy de países desarrollados, incluso, entre aquellos que poseen un PIB per cápita similar al chileno. Cómo se logrará esa meta: a muy grandes rasgos, elevando el pago de impuestos a las grandes empresas y reduciéndolo a las personas.
La seremi de Economía, Fomento y Turismo, Gabriela Gómez, explica que bajo la actual tributación, son las personas con sus impuestos quienes financian los programas sociales, lo que, por cierto, no es equitativo, pues las empresas refugiándose en las numerosas exenciones tributarias que les entrega la ley, terminan pagando menos que una persona.
"La reforma busca que la gente que paga impuestos, pague menos y, en cambio, que las empresas que ganen más, paguen más. Esto se está haciendo quitándole exenciones de pago. La clase media puede estar tranquila, porque con esta reforma romperemos con la inequidad, porque hoy las empresas pagan menos impuestos que las personas comunes", detalló la secretaria ministerial.
Gómez insistió en que la clase media no debe temer de los alcances de este proyecto, pues "el país está maduro como para atender las demandas sociales, para hacerse cargo, y no hay que tenerle miedo a esta reforma".
Sobre los beneficios directos que recibirá la clase media de aprobarse estas medidas, la autoridad dijo que "nuestros hijos podrán disfrutar de una educación gratuita, nuestra salud tendrá una mejor calidad y tendremos mejores programas de pensiones y el Estado podrá dar una mejor respuesta a todas las problemáticas. Entonces, este es un cambio trascendental que estamos haciendo".
El diputado Felipe Ward, jefe de bancada de la UDI, partido que ha encabezado la critica a la reforma en las tributaciones, es categórico en sus conceptos sobre la iniciativa del Gobierno de Bachelet y anticipa su rechazo, pues asegura que "no será responsable de los perjuicios que esto tendrá", en la clase media.
"Estoy totalmente en contra y lo voy a decir con un ejemplo: Una persona que quiere pedir un crédito hipotecario para comprar una casa, puede llegar a pagar, incluso, el doble en términos de cuota mensual por su crédito", sostuvo.
Esto, según explicó, por dos razones, "porque aumentará el impuesto de timbres y estampillas y al reducir el beneficio que tenían las empresas constructoras en términos del IVA, finalmente los precios de las viviendas y los departamentos van a subir y eso afecta directamente a la clase media".
Ward continúo explicando que la reforma postula una serie de impuestos que, virtualmente, afectará a las grandes empresas y esa alza la traspasarán a precios, es decir, finalmente los consumidores van a terminar pagando el mayor impuesto que, supuestamente, tienen que pagar las empresas. "Por eso a mí no me gusta esta reforma y creo que afecta muy negativamente al bolsillo de la gente que menos plata tiene", aseguró.
Acerca de la gratuidad de la educación, que es la iniciativa insigne de este cambio, el parlamentario dijo que "no tenemos por qué pagarle la educación a las familias que más plata tienen en Chile, la educación gratuita tiene que ser para la gente que no puede pagarla y estoy en contra. Esta reforma es mala", recalcó.
El congresista fue más lejos y enfatizó que la clase media debería estar "preocupadísima", pues "han sido siempre los olvidados, porque las políticas sociales van siempre dirigidas a los más pobres y los ricos se cuidan solos. Esta reforma está pensada en afectar a la clase media, esa es la verdad", concluyó.
Una visión diametralmente distinta tiene el diputado Marcos Espinosa, quien si bien reconoció que la reforma tributaria no tendrá efectos inmediatos en la clase media, pero sí en el mediano plazo, pues se garantizará "un sistema educacional que garantice la calidad, gratuidad e inclusión".
Sobre este impacto, el radical detalló que "si analizamos cuál es la estructura de costos de la clase media de nuestro país, podemos constatar que al menos un 30% de los ingresos de una familia de clase media, están destinados a pagar colegiaturas y universidades. Entonces el efecto que tendrá la implementación de esta reforma tributaria llegará al corazón de las necesidades más acuciantes que tienen hoy los sectores medios", especificó.
Espinosa añadió que esta reforma busca corregir distorsión que existe en la estructura tributaria chilena, la que considera "grave", pues permite que personas naturales, pequeñas y medias empresas, las que tributan en primera categoría, "paguen proporcionalmente lo mismo que las grandes cadenas de retail, las grandes empresas mineras y los grandes bancos privados".
El diputado también se refirió al miedo que existe entre las pequeñas y medianas empresas. "Hay que desmitificar una afirmación que viene fundamentalmente de parlamentarios de la UDI, que afirman que la implementación de la reforma tributaria tendrá como consecuencia la muerte de las pymes", y agregó que "es al revés, porque una vez que aprobemos la reforma tributaria dejarán de pagar los PTM, que son los pagos provisionales mensuales, que en el fondo es un crédito que le dan las pymes al Estado y no al revés y que se devuelve al cabo de un año", dijo sobre el proyecto.
"Si analizamos cuál es la estructura de costos de la clase media de nuestro país, podemos constatar que un 30% de los ingresos de una familia, están destinados a pagar colegiaturas y universidades".
Marcos Espinosa
Diputado PRSD
"Los consumidores van a terminar pagando el mayor impuesto. Por eso no me gusta esta reforma y creo que afecta muy negativamente al bolsillo de la gente que menos plata tiene".
Felipe Ward
Diputado UDI