La séptima y última temporada de la serie Mad Men llega a las pantallas locales
¿Sobrevivirá Don Draper a la década de los setenta? Esa parece ser la pregunta que quedó flotando en la mente de muchos, hace ya un año, cuando concluyó la sexta entrega que sigue las aventuras de un tumultuoso grupo de publicistas neoyorkinos a comienzos de los sesenta.
A la cabeza de la historia - que llega mañana al país por HBO (21 horas)- que se sitúa en 1969, tenemos a un autodestructivo Don Draper en sus 43 años, con un segundo matrimonio haciendo agua, fuera de la agencia donde brillaba como director creativo y con una hija adolescente que lo ha descubierto siendo infiel.
El psicodélico afiche promocional para este esperado final corrió por cuenta del diseñador Milton Glaser, una leyenda que también hizo algunas carátulas para Bob Dylan, y muestra a la acostumbrada silueta masculina a contraluz sentada, contemplando con un cigarrillo en la mano una composición colorida y floral de una mujer de perfil junto a una copa que está siendo escanciada.
Por cierto esta explosión de colores lisérgicos también ha caído encima de los vestidos de las protagonistas, las corbatas de los hombres y la decoración de los ambientes. Acabando los vertiginosos sesenta, las mujeres usan vestidos más cortos y tacones más bajos y gruesos; los hombres se dejan patillas y pelo más largo.
Un escueto trailer de 30 segundos, brillante de azules, amarillos y anaranjados, muestra a los personajes principales en actitud de viaje, por lo que muchos se figuran que dejarán Nueva York y su hormigueante avenida Madison y California será el destino donde transcurrirá la acción, o bien representaba el darse segundas oportunidades.
En la alfombra roja de su premier a ninguno de los actores se les pudo sacar algún adelanto de cómo venía la historia.
Quien más aventuró sobre este detalle fue Jon Hamm, actor que personifica a Don Draper, quien señaló que aquellas imágenes debían ser tomadas como una metáfora.
Por cierto mucho se especula también sobre cuáles hechos históricos aparecerán en la ficción, ya que en temporadas pasadas Mad Men se hizo cargo de un par de importantes sucesos: los asesinatos de J.F. Kennedy y de Martin Luther King.
Por de pronto algunos mencionan Woodstock y el asesinato de Sharon Tate. Por otro lado, muchos se interesan en cómo será la relación de Don con sus hijos en esta temporada y cómo lidiará con su pasado y los demonios de su niñez.
Un rol preponderante podría tener su hija Sally, interpretada por la actriz Kiernan Shipka, que ha crecido de niña a adolescente en el transcurso de la serie y parece concentrar una mejor versión de su padre.
El creador, escritor y productor de la serie, Matthew Weiner, quien también fue productor ejecutivo de Los Sopranos, actualmente se encuentra abocado a su primer filme "You are here", protagonizado por Owen Wilson y Zach Galifianakis.
Hablando sobre el protagonista -Don Draper- y si tendría las trazas de un antihéroe en la línea de Tony Soprano o Walter White de "Breaking bad", Weiner dijo no creer que Draper lo fuera. Y aunque su comportamiento no es admirable, sus faltas tienen una razón de ser.
Weiner señaló en una entrevista en el sitio en internet del canal AMC que la última temporada hablará del "mundo material e inmaterial".
Las "cosas de este mundo, la ambición, el éxito, el dinero, el tiempo, de una cierta manera y por contraste con lo que no vemos, la vida espiritual, interior", añadió. "Cuando las necesidades materiales están colmadas (...) ¿qué más queda?", se preguntó.
El último capítulo de la sexta temporada fue sintonizado por 2,6 millones de espectadores y terminaba en el Día de Acción de Gracias de 1968, con Don Draper sin trabajo, con un divorcio en ciernes y en un duro conflicto con su hija por la revelación del secreto que mantuvo durante las temporadas anteriores.
Desde su primera temporada en 2007 la serie documentó la década y mostró una cuidada recreación de 1960, que reposaba en una impecable elección de colores y texturas, pero también buscó dar con los comportamientos y rutinas del fascinante y egocéntrico mundo de la publicidad