Momentos emocionantes vivió ayer en Calama el mundo cristiano, al participar masivamente de la conmemoración del Domingo de Ramos, donde alzaron las palmas para rememorar el triunfal momento en que Jesús ingresó al Monte de los Olivos, llevado por un asno, siendo recibido como el Rey de Reyes en Jerusalén.

En cada una de las parroquias de la ciudad, se realizó un acto similar, donde la comunidad llegó en procesión para la Bendición de los Ramos, signo de júbilo y alegría que tiene gran significado para la iglesia Católica, que conllevó luego su Pasión, Muerte y Resurrección.

La comunidad escuchó atenta y participó de la ceremonia litúrgica que oficiaron el padre Enrique Olivé, como vicario general de la Diócesis de Calama, acompañado de los sacerdotes Ubaldo Montiel y Héctor Espinosa, quienes previamente pudieron bendecir cientos de ramos que portaba la comunidad, y que fueron repartidos para participar de ese momento.

Esas palmas o ramos que la misma ciudadanía adquiere en compra o los elabora personalmente, después se guardan con especial cariño y delicadeza, para recordar durante todo el año estos momentos en que los cristianos participan de la reflexión, que les permiten renovar su fe, su amor y devoción a Cristo el Señor.

Luego de esta conmemoración de los Ramos, la comunidad ahora se apresta a revivir la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, para lo que igualmente en cada parroquia se realizan actos alusivos, como es el caso de la ceremonia de Vía Crucis, para concluir con la emotiva Vigilia Pascual, que permite renovar los votos, el bautismo y ésta es para la Iglesia una de las ceremonias más trascendentales, dado que con la Resurrección, Jesús invitó a dar paso a la nueva vida.