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Neruda vuelve a la pantalla grande con su historia en la clandestinidad

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Corría 1945 cuando Pablo Neruda obtiene un escaño en el Senado de la República, representando a Antofagasta y Tarapacá. En ese momento todavía no militaba en el Partido Comunista, al cual se unió recién en julio de ese mismo año. Una decisión que estuvo a punto de costarle la vida al premio Nobel de Literatura 1971.

La historia comienza en 1946, cuando el radical Gabriel González Videla se convierte en Presidente del país, gracias a una alianza conformada por su partido y los comunistas. Neruda fue su jefe de propaganda durante su campaña, e incluso le dedicó el poema "El pueblo lo llama Gabriel". Pero la luna de miel entre el exMandatario y el partido no duraría, ya que los comunistas le reprocharon la represión que ejerció contra los mineros del norte que fueron a huelga en 1947, y que sería denunciada por el propio Neruda en una carta publicada en Venezuela.

La crisis al interior del gobierno quedaría de manifiesto el 6 de enero de 1948, cuando ante el salón pleno del Congreso el vate pronuncia un virulento discurso atacando la política y la persona de González Videla, el cual se hizo conocido como "Yo acuso". El 3 de febrero de ese mismo año es desaforado a petición del Ejecutivo, y dos días más tarde algunos de sus amigos se acercan hasta su casa de Isla Negra para informarle que tiene que pasar a la clandestinidad, porque el exPresidente había ordenado su captura; a pesar de que recién en septiembre de ese año salió la Ley n.º 8987, de Defensa Permanente de la Democracia (o también llamada "Ley maldita), que proscribía el actuar político de Partido Comunista.

De allí, y en parte acompañado por el que era su esposa en ese tiempo Delia del Carrilo, comenzó un peregrinaje que lo llevó a Santiago, Valparaíso y Ranco, entre otras ciudades; hasta que finalmente en febrero de 1949 logró cruzar por el paso de Lilpela hacia Argentina montado a caballo y con una identidad totalmente falsa: se llamaba Antonio Ruiz Lagarreta y su profesión era ornitólogo. Esto significa el inicio de su exilio que termina recién en 1952.

Si bien toda la vida del prolífico autor nacional es fascinante, esta etapa en su vida es una de las más importantes. No sólo por todo lo que significó su huida, sino que también porque fue el período en que escribió una de sus obras cumbres: "Canto general", libro que incluye "Alturas de Machu Picchu", "Los libertadores", "Las flores de Punitaqui", y "El fugitivo", por nombrar algunas de las partes que lo componen.

Razones más que suficientes para que este periodo llamara la atención de su sobrino Manuel Basoalto. Tanto así que decidió hacer una serie documental respecto al tema, la cual tituló "Neruda, diario de un fugitivo", y la que "nos permitió hacer una investigación muy importante, entrevistando a testigos directos de la época, y a muchos de sus amigos de Neruda. Incluso fuimos hacia el sur, subimos por la cordillera y encontramos a los arrieros que habían pasado en esos años a Neruda", comenta el realizador.

Sin embargo, a medida que hacía esta versión pensaba en llevarla al mundo de la ficción. En eso estaba cuando se encontró con el agradecimiento que pronunció su tío en 1971 en Estocolmo, cuando llegó a recibir el premio Nobel de Literatura. "Me di cuenta que en ese discurso él contaba una historia que era absolutamente interesante y que era prácticamente un guión cinematográfico", cuenta.

Es así como sin pensarlo dos veces, decidió llevar la historia a la pantalla grande, en un trabajo que demoró dos años en escritura de guión, y cuatro de rodaje en 35mm; y que se transformó en la película "Neruda", que se estrena este jueves en las salas de cine nacionales, gracias a la distribución de Market Chile, una filial de BF Distribution.

"La construcción del guión parte con esta pieza importante que es el discurso de Estocolmo. Pero de ahí trabajamos mucho el tema de las elipsis (salto en el tiempo o espacio) y los racconto (extensa retrospectiva del pasado que avanza hasta el momento presente). Entonces vamos construyendo una mirada, que en realidad es la mía como director y guionista de esta película, en la que un personaje que está siendo llevado a una situación límite empieza a recordar diversos episodios de su vida", comenta Basoalto, detallando que si bien la cinta "trata de manera fundamental la huida de Neruda y su periodo de clandestinidad, al mismo tiempo va agregando una serie de elementos biográficos que desde mi punto de vista tienen que ver absolutamente con la génesis de su poesía y su trabajo creativo".

Para darle más veracidad a la historia, el rodaje se realizó en las mismas localidades en que estuvo Neruda, incluida la casa que está a la salida del ascensor del cerro Lecheros en Valparaíso, en calle Cervantes número 18. "Nosotros filmamos en el subterráneo de esa casa donde efectivamente pasó un tiempo largo escondido, esperando que llegara un barco que era donde lo querían embarcar hacia Panamá", relata Basoalto, añadiendo que "este plan fracasa, porque se filtra la información y él se ve obligado a huir hacia Santiago de nuevo".

Es en ese momento que se realiza un nuevo plan para sacarlo del país, que le significa cruzar la Cordillera por un paso apenas habilitado que estaba en la zona de Ranco (Región de Los Ríos). De ahí, comienza una historia llena de aventuras, donde el actor José Secall tiene la misión de interpretar al inquieto Pablo Neruda.

"Nosotros vivimos situaciones bien difíciles durante el rodaje, como que José Secall casi se nos cae a una quebrada de unos 400 mts., por ejemplo".

Manuel Basoalto

director

"Filmamos en el subterráneo de esa casa (del cerro Lecheros) donde efectivamente pasó un tiempo largo escondido".

Manuel Basoalto

director