Conducción en estado de ebriedad
Que diez personas hayan sido detenidas por esta infracción en un día refleja que la ley no está dando los resultados esperados.
Hay diversos factores que están conspirando para que se vulnere la ley, por eso que junto con las campañas educativas deben fortalecerse los controles policiales.
Se está perdiendo peligrosamente el respeto a la Ley de Tolerancia Cero, y nuevamente están saliendo conductores irresponsables que están guiando bajo la influencia del alcohol o en estado ebriedad por las calles de Calama.
Estamos seguros que si el control fuera constante y riguroso, decenas de conductores caerían en infracciones y dejaría al descubierto una situación que va más allá de las leyes, y que se trata de un problema cultural y falta de respeto por los demás.
Está demostrado que muchos conductores se transforman detrás de un volante y que su conducta deja mucho que desear, burlando la velocidad, infringiendo las señalizaciones, conversando o escribiendo en los celulares, entre otros.
A ello hay que agregar que muchos conductores lo hacen en vehículos que no son propios, por lo que el grado de irresponsabilidad aumenta, ejecutando maniobras de mayor riesgo.
El que Carabineros haya descubierto 10 choferes en estado de ebriedad en un día deja de manifiesto el nulo acatamiento a una legislación que restringió los grados de alcohol en la sangre para poder conducir.
Otro factor que se ha detectado en los conductores, es la jactancia de muchas personas que plantean que estar con alcohol en el cuerpo para nada perjudica sus dotes de "buen chofer", y en algunos casos con mayor descaro plantean que incluso "manejan mejor".
Hay que considerar que la normalidad en torno a esta ley debiera ser que ningún conductor infrinja las reglas y que literalmente quien bebe no conduzca bajo ninguna circunstancia.
Se debe seguir trabajando en campañas para tomar conciencia del peligro que significa conducir con alcohol, en forma temeraria o distraída. Pero junto a ello, se deben reforzar los controles tanto en la ciudad como en la carretera para poder detener a quienes los hagan en condiciones de temperancia y poder aplicar sin consideraciones la suspensión de licencias y en el peor de los casos quitarlas de por vida. Sólo de esta manera podremos sacar a los conductores ebrios de circulación.