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Mapa que oriente a los ciudadanos

La definición de una zona de riesgo será clave para que los loínos sepan cómo actuar correctamente.

El poder tomar los resguardos y actuar correctamente en la emergencia permitirá a la población estar más tranquila y serena frente a hechos inesperados y catastróficos.

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Un gran paso se pretende dar en Calama con la elaboración de un mapa de la zona de riesgo de la ciudad, con el fin de poder dar claridad a todos los ciudadanos de dónde acudir y que hacer en caso de una emergencia o catástrofe.

Hoy en día los ciudadanos desconocen qué pasaría frente a un hecho inesperado, por lo que ante una eventualidad los daños y víctimas podrían ser mayores producto de la falta de información.

Los habitantes de Calama, deben tener claro por ejemplo, si se desbordara el río Loa, qué sectores afectaría, cuales serían las zonas inundadas y dónde no afectaría el agua. Lo mismo con una eventual rotura de algún tranque, una erupción volcánica de algún macizo cercano, entre otros.

Es información esencial para que cada uno de nosotros actúe conforme a la información que tenemos y de esta manera emprender los planes de emergencia, como evacuación de colegios, de centros asistenciales y de lugares de uso masivo.

Tal como ocurrió con la información del embalse de Conchi y del tranque de Talabre, la comunidad hoy puede estar más tranquila con la información oficial, y de esta manera se detienen los rumores infundados.

El mapa de zona de riesgo, nos permitirá tener claridad de los riesgos a que estamos expuestos, pero además la información para llevar adelante los planes preventivos y de emergencia.

De esta manera se evita improvisar y además se podrá tener a tiempo los requerimientos necesarios para poder enfrentar cualquier hecho.

Hay numerosos riesgos que la población no conoce y que es necesario divulgarlos, como ocurre con la permanente amenaza de quema de pastizales y su cercanía con las viviendas.

En definitiva, el mapa de zona de riesgo de Calama nos permitirá también tomar las resguardos y medidas preventivas para evitar situaciones que son provocadas por nosotros mismos.

Es de esperar que este instrumento esté disponible oportunamente para toda la comunidad.

Reforma tributaria y su impacto en la casa propia

Proponemos que la compra de una vivienda no sea tratada como un gasto sino como una inversión.

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El Gobierno ingresó a discusión en el Congreso un proyecto de reforma tributaria cuyo objetivo es financiar una reforma educacional para disminuir la desigualdad en Chile e introducir mayor equidad tributaria.

Sin embargo, la iniciativa legal -que plantea una reestructuración profunda al sistema tributario vigente- podría afectar a cerca de 1 millón 800 mil familias por algunas de las medidas que contiene y que dicen relación con la ejecución y comercialización de viviendas en el país.

Un estudio realizado por la CChC establece que el mayor impacto se produciría principalmente por el efecto combinado de la restricción al crédito especial de IVA a las viviendas (máximo de 100 UF para viviendas de hasta 2.000 UF) y el pago de IVA por la venta de inmuebles nuevos.

La aplicación de ambas -a lo que se agregan los mayores costos de los créditos hipotecarios por el aumento de impuesto de Timbres y Estampillas- traería como consecuencia un incremento del precio final de la vivienda, así como mayores dificultades para acceder a un financiamiento.

Esto les restará a familias con un ingreso familiar mensual entre $ 568.618 y $ 1.855.276 posibilidades de obtener una casa propia.

Con el propósito de no perjudicar a estos grupo familiares que aspiran a adquirir una vivienda ni restar dinamismo a la industria que provee este bien, estimamos que se debieran analizar y, eventualmente, implementar medidas alternativas a las consideradas en el proyecto de reforma tributaria y que mitiguen los impactos que ésta originará.

En este contexto, como gremio proponemos en una primera instancia que la compra de una vivienda no sea tratada como un gasto sino como una inversión y que, por ende, se le restituya al comprador el monto del impuesto aplicado, ya sea devolviéndoselo en su totalidad en el año tributario siguiente, como crédito en su declaración anual de renta u otorgando un subsidio a la demanda en función del ingreso familiar al momento de solicitar financiamiento.

Con un adecuado período de análisis, el sector público y el privado podrían diseñar medidas que, cumpliéndose los propósitos de la reforma tributaria, no comprometan las posibilidades de acceso de las familias a una casa propia.