Hay un tema claro. Cobreloa se encuentra con opciones de clasificar a una post temporada pero el tema de los refuerzos y los probables éxodos es el que domina por estos días en el camping de entrenamiento.

Tanto así que ya hay algunos que comienzan a despedirse del club, en circunstancias que aún pueden jugar al menos un partido más con la camiseta loína, ante la "U" en la capital.

Uno de ellos es el delantero argentino Jonatan Chaves, quien apenas pudo ingresar unos minutos ante "los pumas" y pese a que le dio claridad al equipo en momentos de desesperación, no pudo llevar a sus compañeros a conseguir el anhelado empate.

"Me quedé amargado no por eso de que pudo ser mi último partido en Calama sino porque hicimos todo el gasto para ganarlo y nos quedamos sin nada. Fue injusto".

"Toti" asume que efectivamente, puede estar jugando sus últimos encuentros en "los zorros". "Siempre lo dije. Es bien poco probable que el club quiera gastar un cupo de extranjero en un jugador que no ha sido titular. Lamentablemente, mi realidad indica que no jugué mucho en este torneo y que las opciones de partir son reales, si se mira desde el punto de vista de los directivos".

Chaves insiste en que está "muy cómodo en Calama, donde la gente me ha tratado increíble a mí y mi familia". Sin embargo, asume que de no seguir en Calama, el fútbol chileno le seduce para quedarse a jugar algunas temporadas más.

"Hubo ofertas en su momento. Y si no me gustara Chile, no habría venido a Cobreloa", concluyó.

Fueron meses duros. Sobre todo para Verónica Herrera, madre de Agustín Roco, el pequeño de un año que sufrió una deficiencia respiratoria que lo tuvo meses internado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Militar en Santiago. Un tiempo duro que concluyó la semana pasada, cuando el hijo del zaguero de Cobreloa, Sebastián Roco llegó para radicarse nuevamente en Calama, ciudad donde nació.

"Fue tremendo todo. Muy fuerte, un período que nos hizo muy fuertes como familia porque vivimos de todo, especialmente en esos meses en el hospital, con la incertidumbre de no saber cuándo Agustín iba a tener el repunte definitivo", comentó Verónica, su madre, quien valientemente asumió la labor de estar al lado del niño cuando Roco padre debió cumplir con su labor de futbolista lejos de ellos.

"Como pareja nos terminó fortaleciendo. Hoy estamos más unidos que nunca y claramente tuvimos que afrontar una crisis porque todo esto nunca viene solo. Ahora nuevamente estamos juntos y agradecidos de todo lo que ha pasado, porque el cariño de la gente lo sentimos mucho. No sólo de los cercanos, como mi familia, como Kathy Urrutia, mi amiga inseparable (pareja del golero José Acevedo), de mucha gente anónima que nos dio fuerzas cuando sentíamos pena o cuando faltaban fuerzas. Es una lección de vida que con Sebastián no olvidaremos jamás", comenta.

Hoy, Agustín volvió a casa. Está de alta médica, con las ocho complicaciones alérgicas que presentó en algún momento totalmente controladas. Y vuelve para consolidar una familia que volvió a sonreír.