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Aún con menor dinamismo, China ofrece "tranquilidad" para el cobre

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Expertos en el mercado chino ven "con tranquilidad" el devenir del consumo en el corto y mediano plazo que ese país hará de provisiones de metales, específicamente en cuanto al cobre, del que es su principal demandante a nivel mundial. Nicholas Lardy, Anthony M. Solomon Senior Fellow del Peterson Institute for International Economics, y Stephen Green, líder del equipo de investigación sobre China de Standar Chartered Bank, proyectaron que China tendrá un crecimiento de 7% en el mediano plazo, impulsado por inversión privada.

En su intervención en la quinta conferencia anual de BCI C&IB, "Futuro de China: luces y sombras de la mayor transformación económica de la historia", Green señaló que las buenas perspectivas para el metal rojo en ese país están dadas por el desarrollo del mercado inmobiliario y energético. "No estamos muy preocupados por la situación del cobre, porque tiene otros factores de demanda", señaló.

Para Green, doctor por el Departamento de Gobierno de la London School of Economics and Political Science, la red de energía en ese país se ha ido ampliando y el Gobierno quiere seguir aumentándola, por lo que el Ejecutivo seguirá dinamizando el consume de cobre.

"La red eléctrica ha tenido una inversión que irá aumentando bastante, ya que es una gran prioridad del Gobierno. El Ejecutivo quiere traer energía desde el sur, donde están las áreas de generación y de grandes proyectos hidroeléctricos, hacia todo el país", dijo Green, quien reconoció que metales como el hierro debieran tener una actividad más deprimida, ya que la construcción ha ido bajando su rendimiento. "Pareciera que hubiera algo de exceso de capacidad, por lo que el precio del hierro podría caer", comentó.

El experto agregó que los inventarios de cobre se han convertido en una buena forma para que las compañías de ese país masifiquen su acceso a capital.

"Las empresas chinas tienen problemas para obtener financiamiento de los bancos, por lo que algunas han guardado cobre en inventarios para conseguir capitalizarse en plazas como Hong Kong", agregó.

Nicholas Lardy comentó que hay que analizar el proceso de rebalance del Gobierno de Beijing. "Se trata de un periodo de hasta ocho a 10 años, durante el cual el crecimiento del crédito va a hacerse más lento y la inversion va a crecer. Si el PIB está en 7% u 8%, la inversión crecerta a un ritomo de 3 a 4% el crecimiento del cruales ma economá a un ritmo de 3% a 4%", dijo.

Según él, lo anterior no significará un recorte amplio en la actividad de ese mercado, pero sí una baja. "Esto se va a traducir en vuelcos importantes en los ajustes de los proveedores de varios sectores chinos, no sólo en cobre, sino que en hierro. Aún así, con todas estas cifras, la demanda de metales por parte de China va a seguir fuerte, aún cuando no tan fuerte como años anteriores, pero en un nivel muy alto", agregó.

Ambos invitados a la conferencia descartaron riesgos mayores en el sistema financiero de esa economía, pero llamaron a poner atención a las reformas propuestas por el Gobierno.

"Veo un bajo riesgo de una crisis sistémica. Beijing tiene la intención de estabilizar el crecimiento en torno al 7 a 7,5%, los suficientes ahorros para lograrlo y la fortaleza fiscal para entregar los estímulos necesarios que aseguren un crecimiento de corto plazo, si es que es necesario", afirmó Green.