No pudo ser mejor. Con el empate de Antofagasta y el triunfo de Cobresal, "los zorros del desierto" entraban al Santa Laura con una sola misión: ganarle a Universidad de Chile y conseguir el ansiado boleto a la liguilla de Copa Sudamericana.

Y no sólo lo consiguieron, sino que entregaron una clase de fútbol ofensivo ante un rival sin reacción. Bajo la manija de Gabriel Méndez y Gustavo Cristaldo, Cobreloa apuró al cuadro azul de tal forma que incluso con la ventaja en el marcador seguía buscando vulnerar la valla de Luis Marín. Fue la mejor exhibición de los dirigidos de Marcelo Trobbiani.

Ya desde los primeros minutos del encuentro, Méndez anticipaba su tarde rematando desde donde tuviese un espacio disponible. Y esa intención se consolidaría a los 21 minutos, nuevamente en los pies del "Demonio".

El argentino se hizo espacio por la izquierda y sacó un remate sorpresivo al primer palo. Marín intentó embolsar el remate pero la bola se le escabulló dejando el merecido 1 a 0 en el tanteador.

Allí desapareció la "U" y Cobreloa se convirtió en una tromba. Primero, con un balón que quedó instalado en plena área local, donde Cristián Gaitán pelea ante varios defensores laicos y logra ceder para la entrada de Ignacio Herrera. El delantero apuró la definición y marcó el segundo.

Se pensaba que el cuadro naranja bajaría la intensidad pero Trobbiani mandó el equipo arriba. Y la intención de noquear al rival quedó sentenciada a los '40, cuando la gran figura del encuentro, Gabriel Méndez, se hizo un picnic por la banda derecha, con un doble globito por sobre Huerta y Marín que "Nacho" Herrera terminó de empujar en la línea de sentencia.

Ya con esa diferencia, Cobreloa se dedicó a esperar bien parado en el mediocampo, con gran labor de Lima y Pérez en la contención y una destacada faena de Sanhueza y Suárez a la hora de controlar los tibios embates de Sebastián Ubilla en Universidad de Chile.

Universidad de Chile intentó una reacción con el ingreso de César Cortés y Enzo Gutiérrez. Uno metió un remate en el horizontal y al otro le anularon un gol.

Pero Cobreloa mantuvo el orden y bajó la intensidad ante un equipo universitario que sólo mostró desorden.

Y el desenlace para el millar de hinchas loínos que llegaron hasta Independencia no pudo tener a otro protagonista. Méndez se escapó por derecha y González le comete penal.

René Lima cerró la fiesta con ajustado remate a la izquierda de Luis Marín. Cuatro a cero y goleada histórica.

Más que el triunfo, al final del encuentro -que pudo ser suspendido por la clásica bomba de ruido desde la indisciplinada barra azul- los jugadores mineros destacaron la actitud del partido.

Luciano Palos afirmó que "esto es lo que habíamos planificado en la semana y por suerte hicimos un gran partido. Fue un campeonato raro para nosotros y ni entrando a la Sudamericana vamos a justificar lo que hicimos este semestre".

Cobreloa jugará ante Palestino, este miércoles en Antofagasta y el domingo en La Cisterna. Partidos de ida y vuelta que podrían marcar un final de semestre feliz para un equipo que despertó a tiempo.