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Cambios: Voluntad versus acciones

Más que críticas frente a los cambios se requieren posiciones claras y propuestas alternativas para decidir mejor.

Los proyectos de Reforma Tributaria y al Binominal están generando una intensa discusión pero no se ven contrapropuestas frente a la ya presentada por el Gobierno.

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En un gran revuelo político se han convertido dos grandes cambios que pretende realizar el Gobierno de Michelle Bachelet. Estos son la Reforma Tributaria y la Reforma al Binominal.

Los argumentos son variados y la población escucha posiciones totalmente contrapuestas de uno y otro lado.

Pero la gran pregunta, es cuál de todos los argumentos, sentencias y afirmaciones son verdad, cuáles tienen una intención, cuáles buscan desorientar a la ciudadanía, por qué siempre las posiciones de uno y otro lado son tan opuestas.

Los ciudadanos deben realizar un esfuerzo para interiorizarse de estos temas y no opinar en base a frases hechas o por comentarios dirigidos que se ven o leen en las redes sociales.

Se requiere que cada chileno se informe más y mejor.

Y en torno a todo este debate, hay preguntas que deben responderse con "peras y manzanas" para que cualquier habitante de este país puede clarificar sus dudas.

Está claro que los comentarios que vienen de las mayoría de los parlamentarios tienen intenciones políticas que buscan beneficiar y proteger a sus sectores. Se requieren entonces opiniones imparciales, de expertos en determinadas materias.

Por ejemplo se requiere explicar por qué la Reforma tributaria perjudicará o no a la clase media. Se requiere explicar por qué no se aprueba un cambio al sistema binominal sin tener que aumentar el número de parlamentarios, entre tantas planteamientos que se hacen al respecto.

Por lo pronto, todos los sectores políticos dicen tener la voluntad pero se queda allí, y no se acciones.

Entonces, es importante que esa voluntad que dicen tener la materialicen en decisiones y pronunciamientos de lo que quieren y cuáles son sus propuestas. Todos critican ambas reformas, pero nadie da soluciones o alternativas nuevas, que podrían hacer la diferencia y así poder alcanzar un consenso y dar cursos a estas importantes leyes, que son necesarias para seguir avanzando como país.

Reforma al Binominal

La iniciativa contiene un claro sesgo centralista y un importante costo para el fisco que nos afecta a todos

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Lamentablemente el proyecto de ley que busca reformar el sistema binominal, ingresado la semana pasada a la Cámara de Diputados, claramente es una iniciativa mala para el país.

Hay que ser claros, ya que esta reforma no cumple con ninguno de los objetivos propuestos, tales como mejorar o corregir la proporción que existe entre electores y representantes o permitir el ingreso de más grupos o movimientos políticos al Parlamento.

Asimismo, decepciona que la manera elegida la Presidenta Bachelet de enfrentar el anunciado cambio al sistema binominal sea aumentando el número de parlamentarios. De todos los proyectos que hemos tenido la oportunidad de revisar, este es el que aumenta más significativamente el número de diputados y senadores.

Y más aún, se asegura - desde el Ejecutivo - que esta alza de legisladores tiene costo 0 para el país. Sin embargo, aumentar en 47 parlamentarios - 35 diputados y 12 senadores más - tiene un costo de 55 mil millones de pesos adicionales.

En la UDI siempre hemos estado abiertos a buscar acuerdos para cambiar este sistema electoral, pero no estamos de acuerdo por ningún motivo en el aumento de parlamentarios, menos una iniciativa que contiene un claro sesgo centralista, ya que el 50% de los diputados y senadores que se elegirán en el futuro, pertenecerán a la Región Metropolitana

A mi juicio, el proyecto de ley de Reforma al Binominal ingresado al Parlamento por la Presidenta Bachelet, perpetua la exclusión consciente y sistemática del poder central contra las regiones, porque finalmente el criterio de asignación de parlamentarios lo definirá el número de electores, de tal forma que el peso de la Región Metropolitana será decisivo, mientras que las zonas más alejadas y donde en más difícil vivir y progresar tendrán menos voz y menos votos.

Por esta razón quiero ser claro, y resulta fundamental generar una postura común dentro de la Alianza, para de esta forma iniciar los acuerdos necesarios que nos lleven a una propuesta que realmente se ajuste a las necesidades del país.