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Arrancan conversaciones en Ucrania sin la presencia de los rebeldes prorrusos

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El Gobierno de transición ucraniano celebró ayer una 'mesa redonda' para la unidad nacional a la que no fueron invitados representantes de los separatistas armados del este de Ucrania, quienes fueron acusados de llevar a cabo una 'guerra contra su propio país'. 'Estamos dispuestos al diálogo, pero no con extorsionadores y saqueadores', señaló el Presidente interino, Alexander Turchinov, al inicio del diálogo. En las conversaciones participaron los ex mandatarios ucranianos Leonid Kuchma y Leonid Kravchuk, el diplomático alemán Wolfgang Ischinger en representación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), así como la ex primera ministra Julia Timoshenko, quien se presenta como candidata para las elecciones del 25 de mayo.

Oposición venezolana espera a cancilleres de Unasur para destrabar el diálogo

EFE/Miguel Gutiérrez

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Representantes de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) indicaron ayer que se mantienen a la espera de la llegada de los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para 'desatrancar' el proceso de diálogo con el Gobierno, que la oposición considera en 'crisis'. 'Estamos esperando si por fin vienen los cancilleres o no, si llegan, nos vamos a reunir con ellos para informarles lo que ha estado pasando con la falta de cumplimiento de acuerdos hecho por Gobierno, y que los cancilleres vean si pueden desatrancar esto', dijo a EFE Roberto Enríquez, representante de la MUD en el diálogo. La plataforma opositora está a la espera de los cancilleres de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo; Colombia, María Angela Holguín, y Ecuador, Ricardo Patiño, quienes junto al nuncio vaticano Aldo Giordano, actúan como terceros de buena fe en las reuniones. Mientras tanto, un grupo de manifestantes se enfrentó ayer, con piedras y otros objetos contundentes, a centenares de guardias nacionales durante una protesta en Caracas convocada por estudiantes.

Al menos 274 muertos deja el peor accidente minero desde 1975

Turquía. La tragedia causó protestas en varias ciudades, mientras las autoridades perdían las esperanzas de hallar más sobrevivientes.

EFE/Tolga Bozoglu

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Al menos 274 personas murieron por el accidente registrado en una mina de carbón en el oeste de Turquía, que se convirtió en la peor catástrofe de este tipo en el país y la más grave del mundo desde 1975, mientras miles salieron a las calles y pidieron la renuncia del Gobierno.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, que visitó el lugar de la catástrofe, dijo que unos 120 mineros seguían desaparecidos y que 80 resultaron heridos en el incendio desatado en la mina de carbón. Según a agencia Anadolu, más de 350 personas fueron rescatadas tras la explosión registrada en el lugar.

El primer ministro turco suspendió un viaje al extranjero y visitó la mina de Soma, en la provincia de Manisa, donde amigos y familiares desesperados se reunieron en espera de noticias de sus seres queridos.

Erdogan aseguró que los accidentes son 'normales', pero recalcó que la dimensión de este accidente 'conmovió profundamente' a todos. Prometió que se darán 'todos los pasos necesarios' para investigar las causas de la tragedia. El ministro de Energía, Taner Yildiz, había cifrado en 787 los trabajadores que se encontraban en la mina en el momento del accidente. Yildiz dijo que hay cada vez menos esperanzas de encontrar a sobrevivientes. 'Es peor de lo que se creía en un principio', manifestó.

La última cifra de muertos superó a la registrada en el accidente minero de 1992, cuando perdieron la vida 263 personas, y que era considerado hasta ahora el más grave de la historia del país. El accidente se habría provocado por una falla eléctrica, que habría generado a su vez una explosión y un incendio, según aseguraron medios locales.

Los equipos de rescate continuaron ayer bombeando oxígeno a la mina, pero los esfuerzos se ven dificultados por la localización del incidente. Los mineros se encontraban a dos kilómetros bajo tierra y a cuatro de una salida cuando se produjo la explosión.

El suceso desató protestas en varias ciudades del país. En Estambul, miles de personas se manifestaron contra el Gobierno de Erdogan y demandaron su renuncia. 'Ningún accidente - asesinato', decían algunos de los carteles que portaban los manifestantes.