Calama: ¿Ciudad sustentable o campamento?
Rodolfo Reygada Velásquez,
Por ley, un trabajador debe estar en acciones de su trabajo por 8 horas (45 semanales). Pareciera obvio que esas otras 16 horas son para descansar y compartir con su familia momentos de recreación, distracción, vida social y, en definitiva, buscar la felicidad. Sin embargo, en Calama, para muchos, gran parte de esas otras dieciséis horas se consumen (y al parecer se consumirán) en autos, buses o aviones en viajes hacia distintos puntos del país buscando los mismos propósitos.
¿Qué tiene (o no tiene) Calama que empuja ir a buscar esa felicidad en otros lados? ¿Es la ciudad un lugar solo para gastar tu vida ganándote un sueldo? Interesantes preguntas que sin duda tienen responsabilidades compartidas en la respuesta. Por un lado la ciudad se desarrolla a una velocidad menor a la que se activan nuevas fuentes laborales; con una planificación generalmente reactiva y sujeta a los tiempos burocráticos y políticos. Por otra parte, el poco arraigo de muchos calameños resulta en el poco uso y destrucción de sitios culturales y recreativos ampliamente utilizados en antaño. Se suma a ello, que muchas empresas sólo ven en Calama una fuente para asegurar contratos y éxito económico sin pensar en esas 16 horas que están obligados a vivir en Calama (o viajando) sus propios trabajadores y sin participar en lo más mínimo (o casi nada) en consolidar una ciudad más amable.
¿Qué queremos construir de Calama? ¿Una ciudad 'con todas las de la ley' para que además de los mineros todos los otros trabajadores no mineros también puedan tener una vida digna rescatando lo que alguna vez fue una ciudad vergel, Oasis de paso en la mitad del desierto más árido del mundo, plataforma logística y punto turístico-arqueológico de nivel internacional; o ¿Un mega campamento donde vengan trabajadores desde todo Chile (ya está casi listo el aeropuerto) para trabajar en intensas jornadas, lejos de sus familias, apabullando el oasis y actuando con locura y egoísmo sin un sentido de futuro, construyendo una nueva Pampa Unión?
Este es el momento de tomar decisiones correctas. Debemos tomar en serio y con altura de miras a la ciudad y su futuro, ya no estamos en 1810.