Calama Solar, pero sin Calama
Rodolfo Reygada,
A pocos días de conocer las orientaciones que tendrá la agenda energética país en los próximos años, resulta interesante analizar la relación de Calama con todo este paquete de intenciones considerando que es trascendental la autosuficiencia energética de los habitantes, espacios públicos e industrias en una ciudad sustentable.
Un rol planificador del Estado (ojalá con ejecución de planes); interconectar los sistemas SING y SIC para que el norte siga sustentando el resto del país, esta vez con energía; seguir analizando por enésimo año cuál será la matriz y la estrategia de desarrollo energético; y fomentar las energías renovables para grandes proyectos internacionales. También, por supuesto, las difíciles relaciones que tienen los proyectos energéticos con las comunidades, donde al parecer se seguirá sesgadamente buscando mejoras en compensaciones o mitigaciones.
Al parecer estas orientaciones no tienen nada que ver con Calama, dónde no se logra visualizar el impacto positivo que tendrán estas medidas para la ciudad o sus habitantes, salvo por albergar en sus cercanías modernas generadoras extranjeras y quizás algún impacto positivo en el costo de la energía para las mineras.
Capital mundial de energía solar es un objetivo desafiante y suena atractivo, sin embargo, para quienes conocemos de cerca las energías renovables sabemos que para una ciudad que quiere y debe ser sustentable este concepto abarca muchísimo más que grandes plantas solares. La investigación aplicada, eficiencia energética, autogeneración energética y, por sobre todo, la completa relación de sus habitantes e infraestructura urbana con la energía del sol serían premisas básicas para posicionar a Calama como urbe capital en esta materia.
Una medida que ayudaría firmemente es finalizar el reglamento de la ley de Generación Distribuida o Net Metering (Ley 20.571) para que cada casa, escuela, taller, paradero o galpón en Calama pueda generar su propia energía y que inyecte a la red toda aquella que le sobre, impactando directamente en los costos energéticos del calameño y dando un ejemplo al país como ciudad sustentable autoabastecida energéticamente.