Las ciudades deben aprender a convivir con sus sectores productivos que las rodean, pero al mismo tiempo los sectores productivos deben respetar y velar por las urbes cercanas principalmente para que tengan una buena calidad de vida.
De allí que el municipio esté gestionando cambios a la Ordenanza Medioambiental con el fin de regular el actual acceso de vehículos ligados a la minería y que han penetrado en la ciudad sin ningún tipo de restricción.
Cada vez el número de buses y camionetas aumenta, y se comienzan a percibir efectos negativos en la ciudad.
Por tal motivo se busca ordenar, restringir y readecuar el funcionamiento de muchos vehículos que trabajan en la minería, pero que irrumpen en la ciudad generando contaminación y poco respeto a las normas de tránsito de la ciudad.
Claramente, el principal conflicto lo generan las camionetas de contratistas que invaden la ciudad.
El tema se centra principalmente en el aspecto medioambiental y para ello habrá que establecer normas muy claras, con el fin de no perjudicar el sistema operativo y productivo que tienen las mineras.
Pero sí, es necesario hacer estas correcciones y poner ciertos límites al desplazamiento del transporte minero por las ciudades.
Otro aspecto es que se restringirá el tamaño de los buses que transportan personal minero, con el fin de adecuarse a la realidad de Calama.
Claramente estas nuevas disposiciones obligará a los sectores involucrados a tomar medidas y adecuarse a las normativas con el fin de contribuir efectivamente en el progreso y mejor calidad de vida de la ciudad.
Es importante avanzar en este tipo de ordenanzas que ayudan a mejorar la ciudad y que permiten que todos la puedan aprovechar de la misma manera, sin privilegios y discriminaciones.
No puede haber ningún sector excluido al momento de aplicar medidas que sólo apuntan a que toda la población tenga una mejor calidad de vida.