Amplia y cómoda fue la victoria que alcanzó Francia ayer en su estreno en la Copa del Mundo de Brasil 2014. El cuadro europeo derrotó en su estreno en el Grupo E del torneo a Honduras por 3-0.

En el resultado incidió de manera gravitante la actuación Karim Benzema. El atacante del Real Madrid anotó dos de los tres goles de su equipo.

Pese a la claridad de las cifras, el conjunto galo tuvo complicaciones en la primera etapa. Sin demasiados espacios para vulnerar a una defensa ordenada, rompió el equilibrio a los 44'. Pogba encaró a Palacios y el defensa lo derribó en plena área. El juez brasileño Sandro Ricci cobró y decretó la expulsión de Palacios.

Benzema sirvió la falta y abrió la cuenta. El tanto relajó a Francia, que con el correr de los minutos elevó su rendimiento y presentó su mejor juego.

Fruto de su alza llegó a la segunda cifra con un autogol del arquero Valladares, que envió la pelota a su pórtico luego de la presión de Benzema.

Ya con una ventaja tranquilizadora, el conjunto de Didier Deschamps dominó a merced el partido y aumentó las diferencias con otro tanto de Benzema. El gol sentenció un encuentro en el que Francia demostró que no viajó de paseo a Brasil.

El partido en Porto Alegre será recordado por haber sido el primero en la historia de los mundiales con un gol asistido por el 'ojo de halcón'.

A los 48 minutos, cuando Benzema remató de zurda un centro servido desde la derecha, la pelota pegó en el segundo palo sin traspasar la raya, pero luego rebotó en el portero hondureño Noel Valladares y fue un autogol. El arquero intentó sacar el balón, pero ya era muy tarde. Las siete cámaras del arco determinaron el tanto para los europeos.

Cuando no se puede ganar, un empate es bienvenido. Así lo pensó Ecuador, que hasta el minuto 92' de su partido ante Suiza empataba 1-1.

El resultado no era del todo malo, pero un descuido en los descuentos privó al cuadro sudamericano de la igualdad y lo dejó con las manos vacías en su debut en el Grupo E del Mundial de Brasil 2014.

El compromiso se disputó ayer al mediodía en el estadio Mané Garrincha de Brasilia y empezó con dominio del cuadro europeo.

Con un buen trabajo del lateral de origen chileno Ricardo Rodríguez, con la movilidad de Lichsteiner y la correcta conducción de Inler se las arregló para dominar las acciones.

Incómodo en la cancha, Ecuador apostó a mantener el orden defensivo y a atacar sólo cuando la situación lo ameritaba. La estrategia le funcionó porque a los 22' y en su primera llegada abrió la cuenta. Cristhian Noboa sirvió un tiro libre y su envío fue capitalizado por Enner Valencia, que con un frentazo envió el balón a las redes.

El gol cambió el trámite del juego. Los dirigidos por Reinaldo Rueda mejoraron después de ponerse en ventaja, se soltaron y lentamente empezaron a justificar el 1-0.

Con la ventaja mínima se fueron al descanso y apostaron a incrementarla en el arranque del complemento.

Sin embargo, se encontraron con una realidad distinta. Al inicio de la segunda fracción, el recién ingresado Admir Mehemedi decretó la igualdad. El atacante, que reemplazó al opaco Valentin Stocker, ganó por arriba en un córner servido por Xherdan Shaqiri y emparejó la cuenta.

Con el gol, el duelo quedó abierto para un lado y otro. Oportunidades de gol hubo en los dos pórticos y como no existió efectividad ecuatoriana ni suiza hasta el término del tiempo reglamentario, el empate pareció el resultado más justo. No obstante, como la justicia no siempre se da en el fútbol, los europeos encontraron el camino al triunfo en el tercer minuto de descuento.

Rodríguez desbordó con convicción, sacó un centro preciso y en el área conectó Haris Seferovic para decretar el 2-1 definitivo. El gol premió el atrevimiento final del cuadro europeo, que quedó bien perfilado en el Grupo E.