La Escuela D-48 de Calama las más antigua de la ciudad, tuvo que pasar de la ilusión de convertirse en uno de los establecimientos más modernos de la ciudad a una escuela abandonada, donde varias generaciones de ese establecimiento han tenido que ver la ineficiencia de las autoridades locales para resolver este conflicto.
Hoy se vislumbra una posible salida, luego que el seremi de Educación, Juan Carlos Vega, manifestara que el actual gobierno dará término a esta obra.
Ya se han evaluado las obras inconclusas y lo positivo es que los cimientos pueden ser aprovechados y que el costo para terminarla es mucho menor de lo que se pensaba.
Estos antecedentes dan luces que de aquí al 2017 podríamos ver terminado este proyecto inconcluso que empezó en octubre del 2003 y que costaba en esa época 1.800 millones de pesos.
De esta manera se comenzaba a hacer realidad la jornada escolar completa con mejores instalaciones, pero el sueño terminó cuando el año 2005 se paralizaron las obras.
La Escuela fundada el 1 de junio de 1885, ha debido seguir funcionando con una serie de incomodidades.
Esta comedia llena de equivocaciones continúa y está inconclusa, pero hoy se vislumbra el arreglo definitivo del libreto para poder terminar esta obra.
Mientras tanto los niños de la Escuela Presidente Balmaceda, siguen esperando que en algún momento se convierta en colegio emblemático e innovador por su diseño.
Por su parte, el reloj comienza a correr para las actuales autoridades que de finalizar esta obra tendrán el reconocimiento de toda una comunidad que ha visto como las autoridades pasan pero nadie asume el desafío de terminar este establecimiento.
El Estado no puede permitirse tener un establecimiento abandonado y debe asumir la responsabilidad de los errores cometidos, reinyectar recursos para terminarla y mostrar que la educación es un pilar importante en su tarea de llevar adelante a este país.