Creemos que la droga sigue causando estragos en nuestra sociedad y que el Día Internacional de la Prevención de Drogas y Alcohol ha venido como 'anillo al dedo' a una región donde el consumo es alto y que afecta principalmente a los jóvenes.
En diferentes establecimientos de la zona se realizaron actividades motivacionales con un llamado a tomar conciencia del problema que generan la mayoría de las drogas, tanto en la conducta social como en la salud mental producto de la dependencia.
A ello se suma el alcohol que también llega con mucha facilidad a los jóvenes que lo consumen sin control en los 'carretes'.
Una de las propuestas para enfrentar el daño que provocan las drogas es fomentar la participación social de los miembros de la familia y organizaciones con el fin de que se interioricen del problema, los efectos y de cómo enfrentarla para poder proteger a los menores de edad.
El objetivo es alcanzar una sociedad libre del abuso de las drogas y que los jóvenes no caigan en la dependencia de éstas, debido a que salir de ella, es un problema cuesta arriba.
Sabemos que el ideal es que toda la sociedad pudiera decir con total libertad 'no a las drogas', pero la realidad nos dice que la batalla es difícil en una generación de jóvenes vulnerables, que buscan nuevas experiencias y que muchas veces se aislan socialmente, incluyendo a su familia.
Entonces es necesario fortalecer su carácter, tenderles la mano y abrirles los ojos sobre los riesgos de caer en estas adicciones que se convierten cada vez más al alcance de cualquier ciudadano.
Quienes están insertos en este problema, pueden dar fe de los riesgos y de lo fácil que se puede terminar con vidas de personas con gran potencial, pero que se equivocaron al tomar el camino de las drogas para evadirse y experimentar sensaciones de las cuales después no pueden salir.
Nuestra tarea es poder aconsejar y ayudar al mayor número de jóvenes posibles. Después la decisión será de ellos.