Pese a que la Jornada Escolar Completa (JEC), se comenzó a materializar en el gobierno de Patricio Aylwin, la escuela D-48 Presidente Balmaceda de Calama, aún no la implementa. La explicación es muy simple: su infraestructura no lo permite. De ahí la importancia que las obras de ampliación, que además significó resignar espacios con los que ya se contaba, sean finalmente terminadas.
El proyecto, que comenzó en 2004 siendo encabezado por la constructora Juan Opazo Ramírez, quedó un año después de comenzar, a la deriva, luego que la empresa tuviera problemas económicos, dejara de pagar el sueldo de sus trabajadores y finalmente se declara en quiebra.
Ese primer traspié fue sólo el preámbulo de una serie de infortunios que viviría la construcción emplazada en la esquina de Balmaceda y Antofagasta, que en 2009 tuvo el último intento por ser terminada cuando la empresa Valle de la Luna retomó los trabajos, pero la historia volvió a repetirse y hoy el proyecto sigue inconcluso.
Hoy, afortunadamente, la voluntad de terminar con este elefante blanco se ha expresado desde todos los sectores, sin ir más lejos hace unas semanas el seremi de Educación, Juan Carlos Vega, aseguró que las instalaciones serían terminadas durante este Gobierno.
Misma intención que expresan los integrantes del consejo regional, que dentro de tres semanas a lo sumo, recibirán el informe que detalla el costo de realizar el estudio preinversional, el que establecerá en qué pie está la edificación y cuál sería el costo de concluirla.
Lamentablemente fueron varias las generaciones de estudiantes que esperaron en vano contar con estos nuevos espacios, que no sólo permitiría implementar la JEC, sino que muchas otras aulas destinadas, por ejemplo, a equipamiento audiovisual y computacional.
La deuda sigue pendiente, sobre todo con los más de 1.600 estudiantes que estudian en la escuela más tradicional de Calama, que por 129 años ha entregado educación gratuita a miles de loínos.