Espinosa precisó que si el CDE alude dolo en las obras del hospital debería sancionar
INversión. Lo que hoy hay construido demandó más de 42 mil millones de pesos.
El diputado radical, Marcos Espinosa, manifestó que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) está analizando todos los antecedentes del proyecto del nuevo hospital de Calama para determinar si hubo daño patrimonial, pero también las responsabilidades que recaen en cada uno de los actores, en este caso los que actuaron como mandantes y responsables de las obras.
'Partiendo por el exministro de Salud Jaime Mañalich. No tengo antecedentes de una situación como ésta, pero indudablemente si el consejo acredita que hubo dolo, negligencia y notable abandono de funciones, al menos hay una sanción ética', dijo el parlamentario.
Espinosa mencionó que las obras que se encuentran prácticamente abandonadas costaron 42 mil millones de pesos, los que se sumarían a los 35 mil millones que deberán inyectarse para terminar el 28% restante.
'La cantidad de soluciones habitacionales que alcanzaríamos, tenemos un déficit catastrado de más de 4 mil 500 viviendas, con esto podríamos cubrir por lo menos el 50%', reprochó.
Edificio
En el informe que entregó la Contraloría General de la República al diputado Espinosa se detalló una serie de irregularidades que presenta el proyecto, lo que generaría una distorsión entre el diseño y lo construido.
'El grosor de los muros, la asimetría de los marcos de las ventanas, los radiéres mal emplazados y la canalización eléctrica no correspondían de acuerdo al plano original. Todo eso nos permite concluir que efectivamente el presupuesto de esta comisión técnica para evaluar el costo del 28% restante de la construcción del hospital es lo que corresponde. Prácticamente, el nivel de desajuste que hay entre lo construido y lo planificado en el diseño corresponde a esa cifra', comentó el congresista.
Precisó que todos estos errores son de responsabilidad del demandante, partiendo por el Ministerio, la Subsecretaría y el Servicio de Salud, 'esto fue muy desafortunado, porque (este último) no tiene las competencias técnicas ni menos los equipos profesionales para fiscalizar una obra de esta envergadura y los resultados están a la vista'.