Gracias a la gran labor realizada por los carabineros de la Primera Comisaría de Calama se recuperaron tres vehículos con encargo de robo y detener a cuatro jóvenes delincuentes, quienes horas antes habían sustraídos los automóviles en la ciudad de Antofagasta y los llevaban hasta la frontera para ser comercializados en Bolivia.

El operativo policial se llevó a cabo la madrugada de ayer, mientras los uniformados estaban realizando controles vehiculares selectivos en el kilómetro 3 de la ruta Ch 21, carretera que une la ciudad Calama con el poblado de Chiu Chiu, cuando pasadas las 2:30 de la mañana tres vehículos que se desplazaban en caravana no se detuvieron ante las indicaciones del carabinero, por lo que se inicio una persecución policial.

El vehículo que encabezaba el grupo era un Chevrolet Spark de color rojo, el cual realizó un viraje en 'U' y emprendió el regreso a Calama. Los otros dos automóviles siguieron con su huida, pero los tres ocupantes de la station wagon de marca Toyota modelo Rav 4 al verse acorralados por los efectivos policiales no encontraron mejor forma de fugarse que lanzarse del vehículo en marcha quedando heridos y pese a los esfuerzos por darse a la fuga fueron aprehendidos.

En tanto, el tercer automóvil involucrado, un jeep marca Suzuki modelo Grand Nomade prosiguió con su escape, siendo encontrado abandonado en la ruta unos metros más adelante y los delincuentes se dieron a la fuga por la oscura pampa, por lo que fue imposible seguirlos y capturarlos.

Pero las diligencias policiales prosiguieron con el hallazgo de otro vehículo marca Kia Modelo Sportage el cual también había sido abandonado en la carretera y sin ningún rastro de sus ocupantes, quienes también se habrían arrancado hacia el desierto al ver la presencia policial, pero por el relato de un testigo se pudo conocer que minutos antes los delincuentes habían pasado a cargar combustible a la bomba de bencina Petrobras ubicada en avenida Grau, de la cual se fueron sin pagar los 37 mil pesos de combustible que habían solicitado.

Mientras tanto, en Calama los uniformados hacían todos los esfuerzos por encontrar al city car de color rojo que se había dado a la fuga, siendo ubicado en la intersección de la calle Sotomayor y avenida Balmaceda, bajándose un par de integrantes para escapar a pie y el auto se fue del lugar a toda velocidad. En la persecución se logró capturar sólo a un delincuente.

En total en el operativo se pudo detener a cuatro sujetos, uno de 18 y tres de 17 años, los cuales ya tenían antecedentes penales. Además de la recuperación de tres vehículos de gran valor comercial.

Carabineros sorprendieron in fraganti a tres jóvenes delincuentes de tan sólo 16 años, quienes minutos antes habían ingresado a robar a una empresa calameña encargada de repartir correspondencia, la cual se encuentra ubicada en la calle Heriberto Salgado en la población Prat de la ciudad, utilizando un trozo de una botella plástica como ganzúa para abrir la puerta del lugar.

Según la información entregada por los carabineros, los precoces delincuentes llegaron hasta el frontis de la compañía a eso de las 4 de la madrugada, premunidos de un pedazo de plástico con el cual lograron abrir la puerta del acceso principal, ingresando al recinto comercial.

Una vez en el interior del recinto comenzaron a registrar para ver que cosas de valor podían llevarse, pero no se dieron cuenta que cuando estaban entrando a la empresa, un vecino los había visto y llamó a carabineros para denunciar el hecho.

Los ladrones tenían el botín listo, el que consistía en una bicicleta de montaña, un televisor led, un notebook y un para de zapatillas de una reconocida marca deportiva, avaluadas en cerca de 2 millones de pesos.

Cuando los delincuentes salían del lugar con las especies, llegó una patrulla de Carabineros al lugar, por lo que los hampones se deshicieron de las cosas y se dieron a la fuga a pie, siendo interceptados a un par de metros por los propios uniformados.

Al registrar la ropa de los ladrones, los efectivos policiales encontraron más trozos de plástico, siendo una prueba importante para comprobar su participación en el robo.

Los jóvenes delincuentes fueron llevados a dependencias policiales, donde se comprobó que todos ya tenían antecedentes penales anteriores y luego fueron puestos a disposición de la Justicia.