El joven calameño de 22 años identificado como Francisco Ávila, quien fuera apuñalado en la espalda por desconocidos la madrugada del sábado pasado en la intersección de las calles Colo Colo y Maipú, quedando con una lesión de gravedad, se recupera satisfactoriamente ya que la estocada no atravesó ningún órgano vital, por lo que los médicos del hospital Carlos Cisternas evalúan darlo de alta.

El ataque ocurrió cerca de las 4:30 horas, cuando el joven se dirigía a su hogar luego que su mujer diera a luz a su hija en el hospital local.

Luego de eso el afectado decidió ir a dormir unos minutos a su domicilio, ubicado en el sector poniente de la ciudad.

Según el relato de Raúl Ávila, padre de la víctima, su hijo trató de tomar un colectivo, pero por la hora que era no pasó ninguno, así que decidió irse a pie hasta su casa, lo que fue una muy mala decisión.

'Yo le dije a Francisco quédate en la casa de tu abuela y no te vayas a tu casa que a esta hora es muy peligroso, pero no me hizo caso y se fue. Luego fue abordado por seis sujetos quienes le pidieron cigarros, a lo que mi hijo contestó que no tenía y fue en eso que uno de los tipos se dio la vuelta y lo apuñaló en la espalda', explicó el padre de la víctima.

El joven tuvo tanta suerte que el cuchillo no tocó ningún órgano vital o le hizo algún daño a las vértebras de la columna. Además el afectado estuvo alrededor de siete horas con el arma en su espalda, hasta que médicos especialistas lo sustrajeron, siendo todo un ejemplo de valentía.

Una joven mujer de 26 años fue victima de un delito sexual perpetrado por un desconocido que se ofreció a llevarla, tras que ella no logrará tomar locomoción colectiva en el sector oriente de la ciudad. La afectada huyo desnuda desde el automóvil donde estaba retenida en le sector del Monolito de Topáter, pidiendo ayuda a los automovilistas que transitaban por la avenida Circunvalación.

Según los antecedentes aportados por Carabineros, la mujer salió de la casa de su pololo ubicada en la villa Lomas Huasi cerca de las 2 de la madrugada del día domingo pasado y mientras esperaba un colectivo para regresar a su hogar fue abordada por un sujeto quien manejaba un automóvil tipo station wagon, quien se ofreció a realizar un servicio de radio taxi.

Una vez en el interior del vehículo, la mujer fue intimidada con un cuchillo y llevada al sector de Topáter, siendo obligada a beber bebidas alcohólicas y a quitarse la ropa. Mientras el hombre la manoseaba, la afectada aprovechó un descuido y salió huyendo del motorizado, corriendo hasta la avenida Circunvalación donde solicitó ayuda a los automovilistas que transitaban por el sector.

Testigos del hecho llamaron a Carabineros, quienes llegaron raudamente al lugar para trasladar a la víctima del delito sexual al hospital Carlos Cisternas para realizar los exámenes de rigor, pero una vez en el recinto médico la mujer desistió de hacer una denuncia formal y se fue a su domicilio.

Una mujer de 44 años, identificada como Virginia Fernández Gómez de nacionalidad boliviana, fue encontrada culpable por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Calama por el delito de tráfico de drogas, por lo cual fue condenada a 5 años de presidio efectivo en el Centro de Detención Preventiva (CDP) de la ciudad.

De acuerdo a los antecedentes recabados, la Fiscalía de Calama comenzó a realizar esta investigación luego que recibiera una denuncia anónima, la cual indicaba que un ciudadano boliviano, estaba coordinando el ingreso de drogas a la provincia El Loa, operación en la que también participaría su pareja, en este caso Fernández Gómez, quien además le ayudaría esconder las sustancia ilícitas en la casa donde cumplía funciones como empleada domestica, ubicada en la villa Exótica.

La investigación estuvo a cargo del Fiscal Jefe de Calama, Cristian Aliaga, quien después de varias semanas de diferentes pesquisas realizadas por la policía, se pudo comprobar la veracidad de los hechos.

La boliviana se trasladó hasta el poblado fronterizo de Ollagüe para recoger el cargamento de droga, el que posteriormente fue guardado en el domicilio donde vivía y en el cual desempeñaba labores domésticas.

La mujer fue detenida el 26 julio del año 2013 y al hacer registro del domicilio los efectivos policiales encontraron 30 litros de cocaína disueltos en acido sulfúrico en contenedores de plástico y 4 kilos 146 gramos de cocaína listos para su distribución, además de otros elementos que son prohibidos por la Ley 20.000, siendo detenida inmediatamente.

En una primera instancia la boliviana fue encontrada culpable y condenada a 3 años y un día de presidió. Pero la Fiscalía pidió la anulación del juicio por encontrar muy baja la pena.

'Se anuló el juicio porque el tribunal dio un atenuante que se llama colaboración sustancial y nosotros no lo compartimos y recurrimos a la corte de apelaciones, quienes lo revocaron y anularon en el juicio, por lo que se ordenó hacer de nuevo', explicó Aliaga.

El nuevo juicio que concluyó la semana pasada, dictaminó una pena de 5 años y un día de presidio mayor en su grado mínimo para la acusada de tráfico de drogas, además de una multa de 20 unidades tributarias, que son más de 800 mil pesos.

Su pareja y cerebro de esta internación de droga al país permanece en rebeldía, luego que se dejará en libertad tras la anulación del primer juicio y luego no se presentó a la segunda instancia.

Debido al corte de energía eléctrica programado por la empresa Elecda para trabajos en la subestación de la ciudad el domingo pasado, es que para seguir funcionado el Mall Plaza de Calama instalaron generadores eléctricos para seguir atendiendo de forma normal a sus clientes, pero la medida tuvo un efecto adverso, ya que siete trabajadores de la tienda Ripley resultaron con principio de intoxicación de monóxido de carbono debido a los gases emanados por estos artefactos.

Según la información obtenida de Bomberos durante todo el día trabajadores y clientes sintieron malestares que no pasaron a mayores, pero a eso de las 18 horas, varios funcionarios de la tienda de retail comenzaron a sentirse mal, por lo que se produjo una evacuación del espacio, siendo derivados los afectados hasta la Mutual de Seguridad, donde se encuentran bien de salud.

Se presume que la utilización generadores de energía, los cuales se encontraban ubicados en el subterráneo no tenían la ventilación necesaria para la evacuación de gases, los que se fueron acumulando y luego se filtraron a la tienda Ripley.

Francisco Sanfuentes, subgerente del Mall Plaza Calama, comentó escuetamente que cuando ocurren este tipo eventualidades, se preocupan de resguardar la seguridad de las personas y trabajadores que se encuentran en el centro comercial, situación que se cumplió a cabalidad.