Intenciones versus buenas acciones
En la reunión sostenida ayer con el alcalde de Calama la Presidenta Michelle Bachelet (en su visita para participar en la ceremonia de Juramento a la Bandera) estableció compromisos con Calama a través de una mesa de trabajo para dar solución a las demandas comunales.
Esta no es la primera vez que oímos la promesa de sentarnos a una mesa para plantear necesidades y luego llegar a un acuerdo de supuestos recursos.
Si hacemos memoria, en su mandato anterior, quedó firmado un acuerdo para aportar millonarios recursos para Calama que quedaron truncados al finalizar su gobierno.
¿Qué fue de ese acuerdo?
Habrá otra vez que comenzar estas mesas de trabajo, que están de moda, para discutir algo que está claro y está en numerosos documentos elaborados para poner nombre y apellido a las necesidades de Calama.
¿Será necesario más mesas técnicas, más reuniones?
Esto parece igual que alguien que tiene positivas intenciones, pero al momento de materializarlas en buena acciones, queda en nada.
Los loínos están escépticos de tantas buenas intenciones, porque nunca se da el paso de materializarlas en acciones.
Sólo en intención se ha quedado, el sueño que nace en los años 70, de crear una Universidad en El Loa.
En intención se ha quedado le anhelo de construir un Parque Borde Río a orillas del Loa.
Sólo está la intención de hacer un buen Hospital para Calama; pero quedó paralizado y los expertos dicen que está malo, que no corresponde a la realidad y que mejor sería hacer otro. Es decir, casi 40 mil millones de pesos botados a la basura; dinero de todos los chilenos.
La lista podría ser larga pero bastaría que las buenas intenciones se materializaran en acciones con los proyectos que Calama Plus busca poder sacar adelante, pero que carece de recursos.
Es de esperar que esta no sea otra promesa más para Calama de las tantas que se han escuchado en los últimos cincuenta años.