El silencioso atractivo que guarda Calama y los pueblos de Alto Loa
Visitas. Tanto loínos como turistas pueden descubrir los hermosos lugares y la historia que esconde la ciudad y sus alrededores en estos días que quedan de vacaciones de invierno. La comuna está abierta a que se reconozca y valore su patrimonio cultural, natural e industrial.
Fotos: John Yévenes
Quedan pocos días para que terminen las vacaciones de invierno y a pesar que, para muchos, Calama no sea el mejor lugar para disfrutar de este tiempo de descanso, hay que considerar que sí ofrece una variada gama de panoramas gracias a su patrimonio cultural, natural e industrial.
Al estar inserta en el desierto de Atacama sus alrededores esconden virtudes inigualables y en su centro urbano existen sectores que evidencian su historia y progreso.
Alto El Loa
El silencio y la sencillez son las principales características de este sector andino. El primer pueblo, distante a 33 kilómetros de Calama, es Chiu Chiu. Cuenta con todos los servicios turísticos necesarios, como albergues y residenciales, además de restoranes que cautivan a los visitantes con platos típicos preparados con productos locales.
La directora de Turismo de la Corporación de Cultura y Turismo, Sandra Pastenes, precisó que lo imperdible de este poblado es su iglesia, una de las más antiguas de Chile. 'Tiene un valor arquitectónico, cultural y simbólico para los habitantes de Alto El Loa, Calama y la región', dijo.
Si bien hace un tiempo fue víctima del vandalismo y se limpiaron los rayados que le hicieron, en la actualidad la comunidad y las autoridades trabajan en un proyecto para su completa habilitación, ya que el campanario tiene algunos daños.
'Esta intervención y el diseño respeta todo lo que tenga que ver con el sistema constructivo, porque a nadie se le ocurrirá colocar cemento', aseguró Pastenes.
Una vez que se termina de recorrer este poblado, la visita siguiente es la laguna Inca Coya, que además de atraer por su indiscutible belleza, guarda consigo una historia de amor y traición que explicaría su origen.
'Tiene una leyenda que está escrita en una piedra. Es una laguna que no se le conoce fondo y en la cultura de los pueblos se dice que su agua está bendita. Tiene libre acceso, pero obviamente se recomienda no dejar basura o rayar los muros existentes. Para llegar el camino está desde Chiu Chiu con bischofita', contó Sandra Pastenes.
Continuando con la ruta, la siguiente parada es el Pukará de Lasana, una fortaleza de unos 250 metros que fue construida utilizando piedras sin labrar. Su distribución arquitectónica integra más de cien estructuras que forman conjuntos habitacionales con angostos pasos interiores.
Este atractivo puede ser visitado de lunes a domingo de las 09 a las 17 horas, debido a que 'es administrado por la comunidad, por lo que se debe cancelar su acceso. El recorrido es con una guía y esto tiene que ver en cómo los habitantes de Lasana están protegiendo ese lugar de que no entre cualquiera y haga desmanes. En algún tiempo pasó que rayaron algunas piedras'.
En este poblado también se pueden encontrar petroglifos y una extensa quebrada, que rompe con el desértico paisaje.
A 74 kilómetros de Calama y a tres mil metros de altura se encuentra Ayquina, pueblo que durante todo el año ofrece servicio de alimentación y además de la fiesta de la Virgen el 8 de septiembre, sus paisajes son su principal atractivo.
'Es un lugar muy bonito, tiene bellezas naturales de paisajes que son muy interesantes de mirar. Posee restaurantes. La ruta está buena, no al 100% con el asfalto, pero en buenas condiciones, por lo que no se necesita un vehículo especial', comentó la directora de Turismo.
Otro pueblo para conocer es Caspana, está a 93 kilómetros de Calama y el camino que lo conecta está con ciertas dificultades. Aquí es posible encontrar dos sectores, el antiguo donde está el cementerio y el actual, en el que se incluye un albergue, que podría ser mejorado si la corporación llega a un acuerdo con los comuneros.
El Tatio pertenece a esta comunidad y a Toconce, siendo ambas las encargadas de su administración. 'Es uno de los principales atractivos turísticos de nivel mundial, pero que más bien ha sido gestionado por San Pedro de Atacama con sus operadores turísticos. Cuando se promociona San Pedro como destino siempre colocan El Tatio, pero está dentro de la comuna de Calama', explicó Pastenes.
Si bien Chiu Chiu, Lasana y Ayquina son de más fácil acceso, todo Alto El Loa posee sitios turísticos y para mejorar la conectividad, el Gobierno regional, junto al ministerio de Obras Públicas y Vialidad, está desarrollando un proyecto de más de seis mil millones de pesos para mejorar la pavimentación entre los poblados de este sector indígena. Este mes debería ser su licitación.
Calama urbana
A pesar que Calama tiene la imagen de una ciudad más funcional que atractiva, dentro de sus calles y alrededores es posible encontrar lugares que guardan historia y son una alternativa para conocer y recorrer.
En el sector oriente se encuentra el Monolito de Topáter, monumento que fue regalado por el Rotary Club de Chuquicamata y Calama para recordar y honrar de manera permanente a los chilenos y bolivianos que dieron su vida al combatir el 23 de marzo de 1879 en el marco de la Guerra del Pacífico.
Más cercano al centro se ubica el sector de La Banda, una de las poblaciones vecinales más antiguas, que en un comienzo se llamó la Isla pues quedaba totalmente aislada de la ciudad ante las crecidas del río Loa. Fue un asentamiento atacameño, en el que aún residen personas descendientes de esta comunidad indígena.
El parque El Loa también es un destino para las familias, donde los niños pueden jugar y disfrutar del oasis. En sus instalaciones está el depósito arqueológico, en el que es posible encontrar colecciones patrimoniales de cerca de 50 sitios de Alto El Loa y también está el Museo de Historia Natural y Cultural del desierto de Atacama, que resguarda material geológico, restos fósiles y vestigios de antiguos atacameños.
En tanto, en el centro de la ciudad está la Catedral San Juan Bautista, construida en 1927 gracias al padre José Frata, el edifico de la municipalidad de Calama, que fue edificado en 1888 bajo el gobierno del Presidente José Manuel Balmaceda. Se agrega el hotel el Mirador que data del siglo XIX y su finalidad era que los vigías divisaran el ganado que venía desde Argentina y la casa Yutronic, ubicada en la intersección de Abaroa y Sotomayor, que funcionaba como pulpería para abastecer de petróleo, yareta, aceite, velas y azúcar entre otros productos.
En cuanto a su patrimonio industrial, está Chuquicamata la mina de cobre a rajo abierto más grande del mundo, que inició su producción en 1915 y se estima que funcione hasta fines de 2018 para dar inicio a la mina Subterránea.
Los tour para recorrer sus instalaciones y conocer el campamento están bajo la administración de Codelco, pero se pueden realizar las reservas en la oficina de Información Turística ubicada en Latorre 1689.
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6 mil millones de pesos