En medio de una sociedad donde sólo exigimos nuestros derechos, desconociendo nuestros deberes, se introduce esta historia, dedicada a despertar a todo creyente respecto de su rol como luminaria de Cristo para bendecir a los demás.

Dice el evangelista Lucas que somos mayordomos del Señor (San Lucas 12:41-48) no propietarios. Solo nos corresponde administrar lo que Dios pone a nuestro alcance, de la forma que Dios nos enseña y sujeto a sus parámetros e instrucciones- para eso tenemos La Biblia- no de acuerdo a nuestras tendencias o disposiciones. El propósito del Evangelio es bendecir y los mayordomos de Dios son llamados a lo mismo, bendecir a sus semejantes. Si hacemos esto seremos bienaventurados.

Pero si pensamos que Dios nos olvidó, que no existe o que ya se desligo de su creación, entonces tendemos a hacer 'nuestra voluntad' y no la de nuestro buen Dios. Nos creemos dueños de la fe, de la doctrina, de la Palabra de Dios y hasta de Dios, a veces; entonces imponemos nuestros criterios humanos por sobre las normas divinas. Esto solo atraerá mal sobre nosotros (verso 47). Espero que erremos por ignorancia, pero muchas veces, sabiendo hacer la bueno no lo hacemos y esto es pecado (Santiago 4:17)

La responsabilidad de la Iglesia cristiana debe ser asumida por cada uno de sus integrantes, ya que muchas veces no hemos sido mayordomos fieles y prudentes. Nuestra sociedad necesita ver a los hijos e hijas de Dios de una manera tangible, no solo dentro de los templos, sino más aun fuera de ellos.

Los cristianos deben distinguirse como tales en la vida diaria, en el trabajo, en los centros de estudios, en la calle, en vacaciones, etc. No olvidemos que debemos ser cartas abiertas donde todos puedan leer (2 Corintios 3:2-3) Nuestra consagración de vida y la santidad, sin la cual nadie vera a Dios (Hebreos 12:14) deben ser las credenciales de todo buen cristiano, para que quienes no conocen de Dios deseen seguirlo, al ver nuestras buenas obras (2 Corintios 7:1) .

Es vital para su seguridad que los pobladores tengan voz en los planes antidelincuencia que prepara el Gobierno, porque son ellos los que a diario deben vivir el calvario de ser víctimas de robos, de tener que limitar sus horas de desplazamiento, en convertir sus casas en cárceles para estar más seguros, en tener que estar alertas por una posible bala que se disparan entre pandillas.

Es así como se ha iniciado el primer Consejo Provincia de Seguridad Pública, con el fin de reunir antecedentes para redactar un Plan Regional de Seguridad Pública.

Esta es una oportunidad importante para poder bajar información de primera fuente, ya que los residentes de poblaciones y villas de la ciudad podrán dar a conocer sus inquietudes y temores, y quizás revelar otros antecedentes desconocidos que podrán ayudar a debilitar redes de delincuencia y narcotráfico que están enquistadas en los sectores residenciales de Calama.

Un aspecto importante conocido en este encuentro con representantes de la sociedad, es que existe un programa de la Presidenta Bachelet, que pretende erradicar la delincuencia de los espacios públicos.

Este sería un gran paso para nuestra ciudad, ya que sabemos que hay sectores que simplemente pasan a manos de delincuentes a determinadas horas del día.

De esta manera también se podrán recuperar espacios perdidos destinados para mejorar la calidad de vida de la población y que finalmente terminan en manos de delincuentes o indigentes, lo que impide que el ciudadano común pueda ocuparlos.

Es esencial que todos los sectores participen de este programa denominado 'Seguridad para todos' que persigue recuperar la seguridad por toda la ciudad, sin excepciones, ya que como todos sabemos hay sectores estigmatizados por los mismos habitantes como peligrosos y donde pocos se atreven a ingresar.

Entonces, esta es la oportunidad para poder recuperar espacios públicos, para traer tranquilidad a varias poblaciones y ofrecer la certeza a la población que habrá más seguridad y menos delincuencia.