El día domingo recién pasado conmemoramos nuevamente el Día de San Lorenzo, patrono de todos los mineros de nuestro país. Hoy por medio de esta tribuna quisiera hacer extensivo un merecido reconocimiento a quienes trabajan en este importante rubro en Chile y en nuestra Región de Antofagasta, por la gran labor que realizan en el entorno a veces precario, peligroso y aventurero de la actividad minera.

Día a día la minería va teniendo un rol más importante en el desarrollo de Chile. Son cientos los trabajadores que laboran en este rubro y muchos más todavía los que se sumaran a ser parte del gran proyecto de nuestro país, de los sueños de todos aquellos que viven de los frutos de esta actividad y de la esperanza de que su inversión siga creciendo y se siga fortificando.

Queda camino que recorrer, pues estamos lejos de cubrir todas las necesidades que tiene un trabajador que labora en una faena minera y que se desempeña en una actividad que genera mucho para el país y su economía, pero que presenta falencias considerables de regulación, de seguridad y estabilidad.

Como diputado de la República seguiré luchando por mejorar la legislación sobre seguridad laboral, jornada de trabajo, descansos y especialmente sobre estabilidad en el empleo, a fin de otorgarles a todos los mineros de Chile un estatuto que sea acorde con sus esfuerzos y expectativas.

Quiero hacer mención especial a los dirigentes sindicales del sector minero, pues ellos son los encargados de traducir las voces de muchos en acuerdos que reporten beneficios para todos, particularmente dentro de nuestra empresa estatal Codelco. También quiero hablar de los trabajadores contratistas quienes colaboran incansablemente con el desarrollo de la industria para Chile y su gente. Y por último quiero mencionar a las mujeres que laboran en minería, pues cada vez son más las trabajadoras que se abren paso con decisión y actitud ante las adversidades que reporta esta difícil actividad.

A todos los mineros de Chile mis sinceras felicitaciones, mi compromiso para seguir trabajando y lograr mejoras en su sector, y mis agradecimientos por hacer de esta tierra rica en recursos y en personas al servicio de su país y su región.

Hay varias situaciones que complican a Calama en el plano de la seguridad. Que gran parte de la población trabaje en el área minera, genera grandes expectativas de grupos delictuales locales y de afuera que llegan en busca de suculentos botines.

También el problema de la droga en la ciudad genera un mayor aumento de delitos para su compra y materializar transacciones que pueden generar grandes ganancias a quienes la trafican.

Desde nuestra perspectiva se requiere además fortalecer la vigilancia policial en los diferentes sectores de la ciudad, de tal manera de terminar con esta seguidilla de robos en viviendas y audaces atracos a centros comerciales, aunque estos últimos ocurren ocasionalmente.

Así como a esta ciudad llegan constantemente personas de todo el país y extranjeros buscando mejores horizontes económicos, también se presta para que arriben otros grupos en busca de dinero fácil.

Por lo mismo, se requiere extremar la vigilancia, porque al final aquellas familias donde todos trabajan y estudian se ven forzados a dejar todo el día sus casas sin moradores lo que facilita el actuar de delincuentes.

Por lo mismo debieran buscarse además mecanismos para orientar a la población cómo hacer más seguras sus viviendas en forma realmente eficiente, lo que complementado con la vigilancia policial se podrían reducir estos delitos.

Estamos en una situación desventajosa, pero será necesario que las autoridades locales y las policías puedan reaccionar a tiempo para buscar la manera de frenar el robo en viviendas y de vehículos.

La comunidad está preocupada, por lo que se necesitan soluciones, medidas, planes y estrategias para poder hacer frente a este ola delictual.

No podemos esperar que la comunidad sea juez y parte de los delitos de que son víctimas, de lo contrario no enfrentaremos a un escenario peor donde surgirán hechos violentos y pérdidas de vidas por buscar asegurar lo que nos pertenece.