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29 agricultores buscan regularizar y proteger su actividad en Calama

preocupación. Por décadas han buscado solucionar un problema que podría terminar con este alicaído sector, que lucha por perpetuarse en el tiempo. Las autoridades exploran mecanismos para apoyar y garantizar su supervivencia.

fotos: john yevenes

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N ora Molina (80), es una de las pocas sobrevivientes a una generación que por décadas ha soñado, luchado y sobre todo albergado la posibilidad de que terrenos, como el que ella ocupa desde los años 40, sea traspasado a su propiedad, y el que ha trabajado, cultivado y protegido manteniendo su tradicional oficio de agricultora.

Como ella son 29 los agricultores que en Calama están dando lucha por mantener una actividad, y de manera importante normalizar terrenos que históricamente han sido de exclusividad para ganaderos y productores de maíz, alfalfa, algarrobo y otras bondades que han desaparecido.

'Nuestro principal problema y temor, es que hace dos años recibí una minuta desde el Ministerio de Bienes Nacionales, la cual detallaba que los terrenos no regularizados tienen un valor de 1,5 Unidades de Fomento el metro cuadrado, y eso multiplicado por una hectárea o por más, significa montos millonarios que los agricultores modestos no pueden costear, lo que significaría que empresarios o industriales podrían adquirir y transformar el oasis en casas, acopios de maquinarias, y transformarían nuestra actividad haciéndola desaparecer', explica Von Castro, presidente de la Asociación de Agricultores de Calama (Asac).

Según datos aportados por Asac, en Calma existen 300 hectáreas de terreno agrícola que aún se mantienen vigentes y que sirven para proteger el oasis loíno y que 'nuestro sector sufre de una discriminación negativa, porque un agricultor que desea regularizar un terreno debe urbanizarlo, y en muchos casos el radio operacional de la sanitaria no llega a los predios. Pero cuando se trata de un proyecto habitacional se dan todas las facilidades para ello', advierte Castro sobre el peligro que corren los terrenos.

Gran parte de esta problemática radica en que por años los agricultores, como el caso de la señora Nora Molina, se dedicaron a cultivar terrenos y predios sin regularizaciones y normalizaciones de por medio, situación que en la actualidad ha sido motivo de preocupación y tensión para los afectados, los que temen que Bienes Nacionales, ceda o venda estos a particulares con mayor poder adquisitivo.

'Desde la década de los años cuarenta, y junto a mi marido hemos trabajado, cultivado y dedicado nuestra vida a la agricultura. Siempre hemos vivido acá, y esperamos que nuestra actividad, nuestro esfuerzo como agricultores nos permita quedarnos, sin que esto desaparezca', explica Nora Molina.

Según Von Castro, 'apegados estrictamente a la ley, los terrenos, como el de la señora Nora Molina, pertenecen a Bienes Nacionales. El tema es que vender al mejor postor y descartarlos -por su condición económica- al no poder competir con otros de mayor envergadura adquisitiva, desfavorece no sólo a los agricultores, sino que pavimenta la desaparición del oasis al entregarle la posibilidad a otros para que hagan desaparecer el filtro contra la contaminación y la humedad de una ciudad que necesita de estas variables', dice el presidente de Asac.

Dentro de esta problemática, aparece una esperanza para los agricultores loínos. Esta radica en la intención que la Secretaría Regional Ministerial de Agricultura pretende, y ha comenzado a desarrollar.

'Básicamente hemos iniciado un trabajo de catastro y de sondeo de casos que presentan esta problemática, y que busca entregar apoyo y asistencia técnica para evitar que se debilite la actividad agraria', explica Jaime Pinto sobre la intención de su cartera.

La referencia a la que el titular del Agro en la región trata del programa 'esta es mi tierra', y que desarrolla a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), 'hace dos años que estamos operando con este programa, y en la cual en primera instancia calificaron 30 personas, a las cuales hemos atendido buscando apoyar, orientar y prestarles asesoría en un tema que es de suma relevancia para nuestro gobierno, y que entendemos es clave para la protección del oasis en Calama', explica Jaime Pinto.

El secretario regional de Agricultura no esconde las dificultades de la situación y menciona, 'que es complejo, porque se trata en algunos casos como el de los dos seccionales urbanos con uso agrícola y donde nuestra cartera no tiene potestad, debido al plano regulador, pero hemos visto mucha disposición y también ánimo por apoyar la protección del oasis por parte del municipio loíno', explica.

Sobre otras medidas de apoyo Pinto explica que 'hemos iniciado mesas de trabajo con otros ministerios -Vivienda y Bienes Nacionales, para desarrollar un trabajo completo que aborde esta temática, porque insisto es compleja, pero que no es inadvertida por nuestro gobierno, y porque la protección de la actividad agraria es un eje fundamental para poder protegerla y proyectarla, devolviéndole a Calama parte importante de su naturaleza, que no es completamente minera', agrega.

Von Castro agrega que el municipio loíno ha colaborado en su intención de regular y proteger el oasis, 'puesto que hemos realizado reuniones con el asesor que lleva a cabo el plan regulador, con la inclusión de áreas agrícolas dentro de este herramienta de ordenamiento, protección y reconocimiento de zonas rurales. Este ha sido una muy buena señal que hemos visto para continuar defendiendo nuestra actividad', explica el agricultor.

La tarde de ayer los agricultores, agrupados en Asac, se reunieron en su sede y analizaron los avances que el municipio ha trabajado en esta materia a fin de incluirlos y hacerlos partícipes de este importante cambio en la estructura y la nueva organización que impulsa el consistorio.

'Ojalá que antes de cerrar definitivamente mis ojos pueda legarle a mis hijos, nietos y a los que vengan la tierra que nos ha dado tanto. Desde trabajo, esfuerzo, como también de alegrías y de sus importantes frutos, porque tras años y años, espero ver lo que a mi marido le costó, y que pueda ser el tener nuestro terreno para la familia, y para continuar, aunque sea de manera menos tradicional, con nuestra agricultura. A que no se pierda, y podamos mantenerlas por muchos años más', dice Nora Molina, quien espera que esta situación no termine definitivamente con una ancestral actividad loína.

'Nuestro principal problema y temor, es que hace dos años recibí una minuta desde el Ministerio de Bienes Nacionales, la cual detallaba que los terrenos no regularizados tienen un valor de 1,5 UF'.

Explican la reforma tributaria a agricultores locales

iniciativa. Alcances, beneficios e impacto en su sector fueron abordados en una charla inductiva.

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Con el objetivo de conocer los alcances de la reforma tributaria y cómo ésta beneficiará a los pequeños agricultores de Calama, la Seremi de Agricultura organizó una charla informativa dirigida a los integrantes de la Asociación de Agricultores de Calama (Asac), quienes pudieron aclarar mitos y dudas sobre este proyecto impulsado por el Ejecutivo.

La charla que fue impartida por la secretaria regional ministerial de Economía, Gabriela Gómez, tuvo una exitosa convocatoria que les permitió a los campesinos que desarrollan pequeños emprendimientos agrícolas en la provincia de El Loa informarse sobre cómo serán beneficiadas las micro y pequeñas empresas.

En ese sentido, la titular de Economía explicó que 'en cuanto a los agricultores que tengan microempresas la reforma tributaria les permitirá simplificar la metodología para cobrar impuestos. En Chile existen 3 sistemas tributarios para las microempresas, por lo que con esta reforma se simplificará a una sola y que permite a la gran mayoría de las pyme tener acceso a una contabilidad simplificada, por lo que podrán prescindir de la contratación de un contador auditor y ese dinero lo podrán reinvertir en su negocios'.

Asimismo, Gómez explicó que será un número mínimo de agricultores los que enfrentarán un cambio de renta presunta a renta efectiva, porque para pasar de renta presunta a efectiva se necesita tener ventas por más de 2 mil 400 UF al año (aproximadamente 60 millones de pesos), en circunstancias que el 92% de las empresas agrícolas están por debajo de ese nivel de ventas, lo que quiere decir que éstas seguirán con su renta presunta.

Cabe destacar que la renta presunta es aquella que para fines tributarios de la Ley sobre Impuesto a la Renta se presume a partir de ciertos hechos conocidos, que en este caso son el avalúo fiscal de los inmuebles agrícolas y no agrícolas.

A través de esta podrán acceder a un incentivo al ahorro de las pequeñas y medianas empresas, que les permite reinvertir, ahorrar y, de esta forma, seguir creciendo y generar empleo, en su sector como parte de los beneficios.