Circo de Timoteo: el show debe continuar
Futuro. El 4 de septiembre se estrenará en cines de todo el país el documental que da cuenta de las incertidumbre sobre el futuro de la popular compañía de transformistas. Un homenaje a un espectáculo que ha salido adelante a fuerza de sangre, sudor y lágrimas… pero también muchas risas.
La directora Lorena Giachino terminó el documental sobre el circo que recorre chile desde hace 40 años Con más de 100 horas de material, dos años de rodaje y otros dos de montaje.
cristian carvallo
Hace dos décadas, la documentalista Lorena Giachino se acercó al Circo Timoteo con el fin de registrar la trastienda del popular show de transformistas que lleva casi 50 años recorriendo Chile. Retomó el proyecto años después, en tiempos en que la compañía comenzaba a saborear la amarga idea del fin.
El resultado es 'El Gran Circo Pobre de Timoteo', documental que se estrenó internacionalmente el año pasado en el Festival Visions du Réel de Suiza y que ahora podrá ser visto en cines de todo el país, a partir del 4 de septiembre.
El film esquiva todo lugar común. Lo que pudo haber sido una explotación facilista de un universo pintoresco marcado por el travestismo, es en manos de Giachino una celebración del esfuerzo de los circos pobres por mantenerse en pie, además de una melancólica reflexión sobre el paso del tiempo.
Las cosas ya no son como en 1968, cuando el actor de radioteatro René Valdés (también conocido como Timoteo) decidió montar en Rancagua el show 'Transformistas cómicos en escena'. En ese entonces el futuro brillaba por sus posibilidades. Ahora el pasado pesa -hay varios integrantes que han fallecido, entre ellos, uno de los cofundadores- y Valdés está preocupado. Está enfermo y no sabe qué pasará cuando se retire o abandone este mundo.
'El tiempo pasa la cuenta. Un viejo da jugo nomás en un circo', le dice a uno de sus colegas en uno de los tantos momentos de reflexión que ofrece el documental. En otros, lo vemos rezándole a la virgen y cantando un extracto de un desesperanzado tango de la dupla Mores/Contursi: 'Qué ganas de llorar en esta tarde gris…', entona mientras recorre el terreno baldío que acoge la carpa.
Con agudeza y énfasis en los detalles, la realizadora contrasta las dramáticas reacciones que gatilla la proximidad del ocaso con los coloridos y picarescos shows de la compañía. También registra los conflictos y discusiones que se desatan al interior del grupo y los desafíos -técnicos, artísticos, económicos- que demandan las giras.
Lograr tal nivel de intimidad no fue fácil. Giachino viajó con la compañía, durmió en la misma carpa, padeció los problemas y tensiones del grupo, y comprendió el sacrificio desmedido de un circo que partió como un secreto a voces pero que, con los años, se ha convertido en una verdadera institución cultural.
'Fue una experiencia única, larga y exhaustiva. Fueron días intensos, noches largas a la intemperie, con temperaturas extremas', confiesa la cineasta.
'Estaba instalada en mí la pregunta de qué pasaría si René decidiera retirarse; qué pasaría con este circo, con sus artistas, con su tradición de más de 40 años, cómo cambiaría su destino. El documental se trata de eso, de una crisis en tiempo presente, llena de dosis de humor también. No es una película sobre la muerte, sino sobre el final de la vida, de la vida artística, de la vida productiva'.
Esa 'nostalgia de las cosas que han pasado', como dice el tango, se impone a lo largo de todo el documental. Acaso para perpetuar esa atmósfera de recogimiento, Giachino arma la película solamente con planos fijos y centra su mirada en conversaciones íntimas, gestos y objetos que componen un universo singular, donde una Virgen y un set de maquillajes coexisten sin problemas.
Al convivir con el mundo retratado, pareciera que la cámara se vuelve invisible y el documental funciona como una conmovedora cinta de ficción. Pero no lo es.
'La gente suele asociar documentales con algo periodístico, o denso, o muy intelectual', opina la directora. 'Con 'El Gran Circo Pobre de Timoteo' uno se pasea una variedad de sentimientos. Es una película muy emotiva'.