Para servir con amor uno debe buscar la armonía del ser, mirar al mundo no como un montón de cosas y acontecimientos, sino verlo como un todo esencial.

Palpar la corriente que viene del infinito y fluye hacia lo infinito, admirar la belleza, la verdad, la alegría, comenzar a querer al mundo, aún exponiéndose a no obtener nada, abrir los ojos cada mañana y despertar alegremente, gozar del canto de las avecillas, del perfume de las flores, de la luz del sol.

Sólo entonces cuando encuentra eco en nuestro espíritu la armonía de la naturaleza; la comunión con las cosas sencillas , cuando se abreel libro de la vida y penetramos en sus páginas habremos aprendido que somos todo uno, que estamos llegando a la recta donde no cabe el egoísmo, ni el materialismo, ni la intolerancia, ni la mezquindad y ahí estaremos aprendiendo a 'servir con amor'. Ya que el servicio se ha sublimizado y lo que hacemos en aras y en bienestar de los demás y de las cosas, lo estaremos haciendo porque nos amamos y amamos lo que nos rodea, como componente de un todo armónico y maravilloso. Así entonces, como servir con amor es todo un proceso, es toda una elaboración mental, presupone una actitud frente a la vida y las cosas.

Fuimos hace unos días a visitar a un anciano muy enfermo, penetramos en su casa que sólo la componía un cocina y una pieza en la cual se alimentaban y dos camas rústicas, Su única compañía era su esposa, también anciana; sobre luna estufa a parafina se encontraba su cena sencilla.

De su pobreza se desprendía una cierta plenitud espiritual que iluminaba su cuarto. Después de verlo nos dimos cuenta que su vida llegaba a su fin. Supimos que después de toda una vida de trabajo y sacrificio no tenía nada material, sólo su mirada clara y sencilla resignación. Al terminar nuestra visita dije a su esposa interpretando su mirada, 'nada cuesta nuestra ayuda solidaria' y ella con los ojos húmedos me tomó las manos y murmuró: 'Dios lo bendiga'. En ese momento me sentí recompensado con la vida; al salir a la oscuridad de la noche fría, sentí un calor en mi corazón, vi que las estrellas eran más brillantes y pensé que ningún dinero en el mundo podría haber reemplazado ese 'Dios lo bendiga'.

Había aprendido a servir con amor.

El mes de septiembre registra el mayor número de accidentes de tránsito del año, principalmente por alto desplazamiento entre ciudades y por el alto consumo de alcohol por parte de conductores y peatones.

Al respecto, se están buscando nuevos mecanismos para disminuir el impacto de estos accidentes como sistemas de seguridad en asientos para niños pequeños y el uso obligatorio de un chaleco reflectante en los vehículos a partir del 2016.

De esta manera también se reducen los riesgos de muerte en accidentes de tránsito.

Aunque puede parecer insignificante, el uso de chalecos reflectantes, reducirá numerosos atropellos que se originan en caminos y carreteras, cuando conductores o peatones se bajan del vehículo de noche por alguna falla mecánica u otro motivo.

Incluso esta obligación podría extenderse a quienes conducen motocicletas y bicicletas.

Cuando se acerca la fiesta religiosa católica de Ayquina y las Fiestas Patrias, numerosas familias se desplazarán por la región, por lo que es necesario extremar los cuidados, junto con una rigurosa campaña de prevención en ciudad y carreteras, para evitar alguna tragedia.

En tanto, peatones y conductores debieran extremas todas las medidas de seguridad posibles para por reducir drásticamente la accidentabilidad que se registran todos los años en estas fechas.

El consumo de alcohol es uno de los principales factores en estos hechos, por lo que el llamado es a tomar con moderación. No podemos pensar que Fiestas Patrias es sinónimo de 'tomar'. Se requiere de una actitud responsable y de mayor cuidado, ya que la premisa de manejar a la defensiva es vital en esta época del año.

Para ello, apelamos a los hijos y a la familia, con el fin de dejar atrás el lamento cuando vemos choches, volcamientos, buses accidentados o menores que han perdido la vida. Depende de cada uno, no tener que vivir esa pesadilla y realmente poder disfrutar en familia todos estos días festivos que se avecinan.