Reuniones y más reuniones... Directivos evitando preguntas, un entrenador frontal que ratifica su cargo y un nuevo capítulo de un 'tira y afloja' que sigue manchando la función directiva de Cobreloa de los últimos años.
Lo que hasta hace algunas horas era casi una segura salida de Pablo Trobbiani desde la banca minera se transformó en un futuro incierto para el entrenador. Porque ayer, después de la tercera junta entre el vicepresidente, Jorge Pereira y el argentino, fue el propio Trobbiani quien detalló los detalles del encuentro.
'Fue la misma reunión que ayer y hablamos temas internos pero nadie me pidió renuncia. Y si me invitan todos los días a tomar un café gratis, no hay problema, que me citen acá o en Chuquicamata, no hay problema. De verdad, no tengo ninguna carta de despido sino te la mostraría', aseveró el adiestrador.
Allí entonces surge la tesis de que el técnico minero está siendo 'desgastado' por una parte de la dirigencia para que termine dando un paso al costado. Pero Trobbiani aclara. 'Esto no me desgasta, soy muy fuerte, he estado en muchos sitios viviendo, tuve lesiones en mi carrera. He sabido superar muchas cosas. A mí nadie me va a manosear, a mí no me manosea esta gente ni nadie. Soy mucho más grande que toda esta gente. Tengo 37 años, me fue bien en Cienciano, en Defensa y Justicia. Pero está todo bien'.
El director técnico habló de lo que viene. 'Nosotros hicimos un trato, firmamos cuatro partidos y nos quedan seis puntos por jugar. Sé que contra Audax lo vamos a ganar y lo mismo después contra Arica, que son los partidos que nos quedan'.
Mientras el vicepresidente del club asegura que 'Pablo Trobbiani sigue siendo el técnico, nadie ha hado otro nombre ni se ha hablado de despedirlo', el directivo Augusto González asegura que la determinación de la sociedad anónima es cambiar al entrenador porque 'no se puede esperar más, el señor Trobbiani ya perdió puntos que le hacen imposible alcanzar los puntos que se le exigieron porque el partido con Calera no cuenta y debía obtener siete de nueve puntos. Ya perdió un partido y no alcanza a conseguir esa meta'.
El tema toma ribetes de desorden absoluto cuando el propio González asegura que 'Fernando Vergara será el nuevo entrenador y debe estar este domingo en Calama. Viene con su staff técnico'.
Algo que Pablo Trobbiani toma como deslealtad. 'Hay muy poca gente que se sabe manejar en el fútbol, con eso de la lealtad, del respeto de la palabra empeñada. Pero es normal que en situaciones así pase esto, que se den nombres, que salgan candidatos. Yo me preocupo de entrenar, de sacarle el mejor rendimiento a un grupo de jugadores que está conmigo y me apoya', argumenta.
En caso de que Pablo Trobbiani sea despedido, Cobreloa debe pagarle al cuerpo técnico cesado cerca de 55 mil dólares, o 32 millones de pesos, que corresponden a dineros pendientes a Marcelo Trobbiani, más el resto de contrato del propio Pablo Trobbiani y el preparador físico Agustín Quihillaborda. Por ello, la idea de la sociedad anónima hoy, al no tener los dineros para cancelar esa deuda es esperar que el equipo salte a la cancha ante los itálicos y ariqueños y en caso de no conseguir las seis unidades en cancha, el entrenador sea despedido sin recurrir a la caja chica.
La única buena noticia por estos días es el reconocimiento de la FIFA para el entrenador de la sub 19 naranja, César Bravo, quien partirá a Panamá a participar de un congreso de técnicos que analizarán el mundial de fútbol de Brasil. Bravo fue elegido por la ANFP debido a sus méritos.
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