Competencias Parentales
Patricia Canales Rojel,
Muchas personas desconocen este importante término con el cual todos los padres y futuros padres deberían estar familiarizados, la definición de competencias parentales se refiere a las capacidades prácticas que tienen los padres para cuidar, proteger y educar a los hijos, ayudándolos a desarrollarse integralmente, es muy común el dicho que nadie nos enseña a ser padres, pero tomando en cuenta el aprendizaje por medio de modelos, los referentes más próximos que tendremos a la hora de educar a los hijos será el de nuestros propios padres, por lo que la evaluación y educación de estas competencias sería de gran ayuda para la sociedad.
Con el fenómeno social del embarazo adolescente muchos jóvenes se ven obligados tempranamente a asumir las funciones y responsabilidades paternas, sin embargo muchos de estos jóvenes las asumen responsablemente, no obstante igualmente se están saltando una etapa importante de su vida y desarrollo normal, que los puede llevar a tener resentimientos futuros en contra de los hijos, que se pueden manifestar en falta de cuidados o maltrato a futuro.
Se habla de educación sexual como prevención de los embarazos adolescentes entre otras enfermedades sexuales que lleva la promiscuidad en la que pueden caer algunos jóvenes, no obstante las competencias parentales también deberían ser un tema de análisis y de interés si se quiere contribuir desde el núcleo a la formación de mejores ciudadanos, en las cuales las políticas públicas al respecto han sido inconsistentes, en donde afloran algunos programas cada cierto tiempo promovidos por alguna noticia de impacto pero que no siguen sistemáticamente para lograr una mejora y educación continua de las habilidades parentales de los futuros padres.
Las estadísticas nos dicen que la tasa de natalidad ha bajado y es un tema preocupante para las autoridades, no obstante creo que la preocupación debería enfocarse en la calidad de la crianza, educación y vida familiar de los niños que ahora son parte de nuestro país, y así como se evalúa la calidad de la educación también deberían evaluarse las competencias parentales con las que cuentan las familias chilenas, con el fin de prevenir, educar, mejorar y asegurar un desarrollo integral de las futuras generaciones.