40 segundos
Sergio Lagos Luciano,
Cada 40 segundos se suicida un ser humano en la tierra. La espeluznante noticia entregada por la Organización Mundial de la Salud nos señala una realidad, de lo urgente que es mantenerse despierto.
'Por esta razón dice: Despierta, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo. Por tanto, tened cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos'. (Efesios 5:14-16)
Cada cuarenta segundos una vida menos, una vida que invadió el miedo y la desesperanza, una vida perdida por situaciones inexplicables. Cada cuarenta segundos un respiro menos, un par de oídos que no supieron oír o nunca oyeron que Cristo es la Verdad y la Vida.
Vengan a mí los que estáis cansados y cargados que yo los haré descansar, es el llamado que Cristo hace a toda persona; sin distingo de cultura, raza o nivel de pecado. Tú que lees estas palabras, no ceses de dirigir tu mirada hacia el prójimo, no duermas, que cuarenta segundos es más que la vida misma.
¡Despierta tú que duermes! Las palabras del Apóstol San Pablo no pierden vigencia, menos en los tiempos que vivimos, tiempos que ameritan alzar nuestra voz al Creador, al menos cuarenta segundos en que nuestros ojos en conjunto con el corazón que Dios anhela, logren en el invisible mundo de la fe, salvar aquellos que sólo les quedan cuarenta segundos.
Aprovechando el tiempo, nos enseña el apóstol, como queriendo atrapar los instantes de la frágil vida que tantos soberbios ostentamos: ¿Cuánto tiempo y espacio ocupa un pensamiento, cuánto cuesta pronunciar o musitar una oración? Aprovechemos el tiempo nos insiste el Apóstol, pues una oración cuesta menos de cuarenta segundos, sin embargo tiene el valor de una vida. Al menos en estos días malos, la vida que se pierde, estadísticamente no tiene segundos extras.
¿Cuántos segundos tenemos, cuántas vidas dependen de los segundos de la Iglesia? ¡Tengamos cuidado como andamos! En estos tiempos, despertemos y ayudemos a despertar, no olvidando que en cuarenta segundos, multitudes serán iluminadas por Cristo Jesús.