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La lentitud como política de vida

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La conocemos como una de las dramaturgas chilenas más interesantes, irradiando preguntas desde la compañía Teatro de Chile, con un comienzo de enfant terrible enarbolando a un inaudito Arturo Prat, luego fijando los ojos en Juana de Arco y, recientemente, montando su propia versión de La Odisea.

Pero resulta que además de todo eso, Manuela Infante hace música y canta con una voz que recuerda el milagro de la primera vez que escuchamos a Alison Moyet o Tracey Thorn. Está muy pronta a presentar su segunda incursión musical bajo el nombre de Bahía Inútil, la banda que completa junto a Daniel Marabolí y Juan Pablo Bello. Por cierto, si todo el resto es tan bueno como "The End of Our Soul", el primer single recién estrenado del disco homónimo de Bahía Inútil, entonces se trata de uno de los mejores discos chilenos del año.

Ella misma cuenta que toca música desde muy chica, "de hecho hacía música antes de hacer teatro: estudié violín, guitarra y otras cosas. Cuando terminé el colegio la mitad de la postulación a las universidades fue a Música y la otra, a Teatro donde finalmente quedé y es lo que seguí haciendo. Pero la música siempre estuvo ahí como una especie de bajo continuo".

Tan permanente fue el sonido que cuando su amigo Fernando Milagros empezó a hacer su música se sintió motivada a retomar. Y se dio cuenta que podía hacer esa transición. Fue así, que en 2011 grabó su primer disco en el extremo sur de Chile.

Todo, muy casero: "Arrendamos una casa en Punta Arenas y fuimos a grabar el disco en un proyecto como de estudio portable que tenía el Feña", dice refiriéndose a Milagros. El resultado fue un diáfano primer EP llamado "Stand Scared", disponible para escuchar online, donde incluso hicieron percusiones con cucharas de palo.

- ¿Es parecida la música que has hecho para teatro a lo de Bahía Inútil?

- No, siempre digo que para mí la música es un terreno menos controlado, el teatro es mucho más discursivo, más intelectual. La música y cantar, sobre todo, es un gesto tan íntimo que es como el espacio donde yo, el territorio artístico donde me muevo con absoluta intuición, sin ninguna conciencia, sin guiar mucho a los demás a diferencia de lo que hago en el teatro, entonces en el fondo cumplen para mí dos necesidades súper distintas.

- ¿Cómo fue compuesto este disco, qué tiempos tuvo?

- Lenta, pausadamente. Ese es un gesto difícil de hacer pero poderoso: tratar de hacer algo tranquilamente, tomándose el tiempo. Es un gesto medio político no apurarse, dejar que las cosas vayan encontrando su ritmo. Manuela dice que comprarse un sintetizador la sacó del territorio ingenuo de la música. Con la compañía Teatro de Chitiene comenzará un proyecto nuevo en mayo del próximo año.

"Es realismo especulativo que indaga en el devenir humano. Por ejemplo el impacto del clima, de los objetos, en los acontecimientos que narramos como si estuvieran guiados sólo por los seres humanos.