Jugadas 10 fechas del campeonato nacional, Cobreloa, que suma su tercer entrenador con la llegada de Fernando Vergara, sigue en caída libre con un magro 23% de rendimiento. Ni Marcelo ni Pablo Trobbiani pudieron frenar la debacle y, por el momento, el actual entrenador tampoco ha dado con la fórmula.
Las estadísticas quizás nos puedan entregar algunas luces de lo que sucede con los Zorros: Cobreloa es el equipo que más goles en contra suma (20) y el cuarto menos goleador (9). De local, donde los equipos suelen hacerse fuertes, en tanto, hace seis meses que no logra una victoria.
Con esos argumentos, la 'maldición de La Madriguera' parece indiscutible, pero sería distinto si se jugara en el Calvo y Bascuñán de Antofagasta o en el nuevo estadio Municipal de Calama.
Será, simplemente, que el actual equipo local es poco competitivo, falto de figuras gravitantes y que la inclusión de jugadores jóvenes, habitualmente paulatina, le ha quitado experiencia y regularidad a la escuadra.
O será que el problema es el entrenador, los dirigentes, la hinchada, o todas las anteriores o ninguno de los factores que están enumerados en esta columna. Lo concreto es que hay poco tiempo para resolverlo, pues restan apenas siete fechas para el término y el riesgo de descender a la Primera B es concreto.
Escenario futuro que se vuelve aún más desalentador considerando que resta enfrentar a Unión Española la próxima fecha, Huachipato, Universidad de Chile y al archirrival, Colo Colo.
Esperemos, todos aquellos que queremos la camiseta naranja y a esta ciudad, que el equipo se levante, sin importar el escenario ni el rival. Que Vergara tenga la sabiduría y sus dirigidos la fuerza para sacar esto adelante.
El equipo, otrora heroico e imbatible aun jugando en un estadio de madera emplazado en medio del desierto, sus hinchas, los que ya no están y los que aún creen en él, y todo Calama, se lo merecen.