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Descubridores de "GPS interno" del cerebro ganan el Nobel de Medicina

Premio. El estadounidense John O'Keefe y los noruegos May-Britt y Edvard Moser respondieron una vieja pregunta de la ciencia: cómo hace el cerebro para crear un mapa del espacio que nos rodea.
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El Premio Nobel de Medicina 2014 fue concedido ayer al estadounidense John O'Keefe y al matrimonio formado por los noruegos May-Britt Moser y Edvard Moser, por el descubrimiento de un sistema de posicionamiento cerebral, o "GPS interno" en el cerebro, que le permite a las personas orientarse en el espacio.

"Los descubrimientos de John O'Keefe, May-Britt Moser y Edvard Moser resolvieron un problema que ocupó a filósofos y científicos durante siglos: ¿cómo hace el cerebro para crear un mapa del espacio que nos rodea y cómo podemos dirigir nuestro camino a través de un entorno complejo?", explicó el Instituto Karolinska de Estocolmo.

El galardón está dotado con ocho millones de coronas suecas (US$ 1,1 millones), de los cuales la mitad será para O'Keefe, mientras que May-Britt Moser y Edvard Moser recibirán un cuarto cada uno.

"Se trata de un premio para un descubrimiento básico de cómo funciona nuestro cerebro", dijo Göran K. Hansson, secretario del Comité Nobel.

En 1971, O'Keefe descubrió los primeros componentes del sistema de navegación en el cerebro al realizar experimentos con ratas. Un tipo de neuronas en el área del hipocampo se activaba cuando una rata se encontraba en un sitio determinado de un espacio. Otras neuronas diferentes trabajaban cuando el animal se hallaba en otros lugares del mismo entorno.

O'Keefe, quien también tiene la ciudadania británica, concluyó a partir de sus experimentos que estas células de orientación en el cerebro formaban una especie de mapa de la habitación. De esta manera, se puede almacenar el recuerdo de un ambiente determinado, como una combinación específica de células de orientación activadas en el cerebro. El experto trabaja en el Sainsbury Wellcome Centre in Neural Circuits de la University College London.

Más de tres décadas después, en 2005, el matrimonio Moser halló otros componentes clave para la orientación, al realizar también experimentos con ratas. Los Moser mapearon conexiones en el hipocampo cuando las ratas se movían en un espacio cerrado y hallaron un patrón de actividad en el cercano córtex entorrinal.

Ciertas células se activaban cuando la rata pasaba por varios sitios ordenados en una grilla hexagonal. Cada una de estas células se activaba siguiendo un patrón espacial único y, colectivamente, estas "células en red" constituían un sistema coordinado que permitía el desplazamiento espacial, según determinaron los Moser.

Junto con otras células del córtex entorrinal que reconocían la dirección de la cabeza y el límite del espacio físico, formaban circuitos con las células de posicionamiento del hipocampo. Este circuito constituye una especie de "GPS interno" del cerebro.

Los Moser son conocidos por pasar muchas horas en el laboratorio. "Mi mamá dice que el laboratorio es su tercer hijo", señaló Isabel Maria Moser, una de las dos hijas de la pareja, a la radio NRK.

Estudios recientes muestran que estas neuronas también existen en los seres humanos.

"Los galardonados de este año con el Nobel descubrieron aspectos clave de un avanzado sistema de posicionamiento en el cerebro", dijo Ole Kiehn, miembro del Instituto Karolinska. "La capacidad de saber dónde estamos y encontrar nuestro camino son importantes para nuestra existencia".