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Simce revela dificultades de los estudiantes para conseguir argumentar

Medición. El primer Simce de Escritura, aplicado a alumnos de sexto básico, también mostró deficiencias en la puntuación y escasez de vocabulario.

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El primer Simce de Escritura, aplicado en 2013 a alumnos de sexto básico de todo el país, reveló dificultades a la hora de expresar una opinión, deficiencias en la puntuación y escasez de vocabulario.

Aunque ya existía el Simce de Lenguaje y de Lectura, se decidió introducir una prueba que midiera específicamente la escritura, pues -según explican en la Agencia de Calidad de la Educación- ésta implica habilidades distintas que la lectura.

En la prueba se pidió a los estudiantes que elaboraran distintos textos en base a algunos estímulos. Por ejemplo, se mostraron imágenes para que, a partir de éstas, escribieran un cuento, y también debieron leer un texto más noticioso para luego redactar una opinión. También se les dio espacio para que ordenaran y planificaran el texto antes de redactarlo.

Debido a la estructura diferente de este test, cada prueba fue revisada por dos evaluadores, quienes debieron medir estos aspectos: adecuación al propósito o instrucciones; desarrollo de ideas y vocabulario; coherencia del texto; cohesión de las ideas; y ortografía de puntuación, a través de una escala de evaluación de cuatro niveles, donde cuatro es el máximo.

Según muestran los resultados, los estudiantes están más familiarizados con la escritura narrativa, como contar cuentos o explicar algún tema, pero presentan problemas al elaborar textos informativos o de opinión, donde deben fundamentar. Así, los estudiantes comprenden mejor la tarea cuando se les solicita narrar (50,2%) que cuando se les pide informar (38,5%) u opinar (35,8%).

"Respecto de narrar, hay una buena noticia, porque el estudiante está más familiarizado con producir narraciones. Pero lo que tiene que ver con textos de opinar, que requieren mayor desarrollo de la habilidad y, por lo tanto, de mayor apoyo y un trabajo más sistemático, presenta dificultades", señaló el secretario ejecutivo de la Agencia, Carlos Henríquez.

El test también demostró que a los estudiantes les cuesta incorporar la puntuación en los textos. La Agencia lo atribuye, en parte, al uso extensivo de las tecnologías de la información y de las redes sociales, donde se transgrede con más frecuencia las normas del vocabulario. De esta forma, sólo un 20,2% logra el mayor nivel en el desarrollo de esta habilidad.

Por otro lado, sólo un 9,3% de los alumnos logró el mayor nivel en la capacidad de desarrollo de ideas y vocabulario.

La prueba arrojó, además, una brecha de hasta 10 puntos entre los estudiantes de mayores y menores ingresos. Sin embargo, no evidenció diferencias entre los distintos tipos de colegios si se considera el grupo socioeconómico (GSE) al que pertenecen sus alumnos.

A nivel nacional, el puntaje promedio de los estudiantes alcanzó los 50 puntos, en una escala de 0 a 100.

La prueba constató que las mujeres demuestran más habilidades que los hombres al momento de escribir un texto, ya que obtuvieron 4 puntos más que éstos (52 sobre 48), diferencia que es estadísticamente significativa. En la Agencia de Calidad atribuyen este fenómeno a que "las mujeres tendrían tendencia a tener mejores habilidades comunicativas" que los hombres. No obstante, dicen que esto se debiera revertir en la sala de clases, para que "los hombres vean la comunicación no sólo asociada a sentimientos, sino como algo útil que les va a servir para toda la vida y que en el área laboral es cada vez más relevante".