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Confusam marchó y no descartan nuevas movilizaciones

Motivos. Precisaron que el Gobierno no está dispuesto a negociar las mejoras.
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Hoy es el tercer y último día del paro que convocó la Confederación de Funcionarios de la Salud Municipal (Confusam) y que implicó que todos los consultorios de Calama cerraran sus puertas para la atención habitual. Ayer y como estuvo programado a nivel nacional, los profesionales realizaron una marcha con la finalidad de exponer a la comunidad el por qué decidieron movilizarse.

La presidenta comunal y regional del gremio, Liliana Araya, enfatizó que "creemos importante que la ciudadanía conozca por qué estamos en paro y marchando, pues es necesario que sepan que se debe mejorar el financiamiento para la salud primaria, para tener una salud digna para todos los habitantes del país".

Dijo que cerca de 250 profesionales de los consultorios participaron en la marcha, el resto estuvo cumpliendo con los turnos éticos, compromiso que precisó es con los usuarios.

En este sentido, dijo que el escenario ha estado más bien tranquilo, porque "creemos que la gente está entendiendo y se está sumando, apoyando no concurriendo de manera innecesaria a nuestros centros. Además, no hemos dejado de ver la contingencia, la que se ha dado con tranquilidad y estamos siendo resolutivos a cada problemática existente".

Gobierno

En cuanto a las demandas, de la Confusam, argumentaron que el presupuesto 2015 del ministerio para la atención primaria contempla "M$1.444.204 millones, lo que significa un 16% de incremento respecto al presupuesto anterior". En materia de inversiones a esta área expresaron que existe un aumento del 424% y el valor per cápita basal aumentaría a 4.188 pesos mensuales.

"En relación a la entrega del Bono de Trato al Usuario, donde la solicitud busca el pago a todo evento, sin aplicar una encuesta de satisfacción de usuarios, el ministerio subraya que dispone de 8 mil 200 millones de pesos, pero respetando la legislación vigente", expresaron desde el SSA.

En tanto, hay otros puntos que se abordarán como sistema público y en cuando se retomen las mesas.

Los niños abandonados y su derecho a vivir en familia

Realidad. Cada año, el hospital Carlos Cisternas recibe a mujeres con la intención de entregar a sus hijos en adopción y a otras que simplemente los dejan ahí. Cuando esto sucede, se activan los casos en el Tribunal de Familia y en la red de atención del Servicio Nacional de Menores.

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Para muchas mujeres ser madre es uno de los procesos más maravillosos de sus vidas, sin embargo para otras es todo lo contrario y por diversos motivos deciden dejar a sus hijos recién nacidos en los centros asistenciales. En Calama estos casos se dan y según informaron del hospital Carlos Cisternas a lo que va de 2014 se han registrado dos casos, al igual que los últimos tres años, a diferencia de 2010 que hubo siete pequeños abandonados.

Situación

Mientras que existen otras optan por el abandono extremo, es decir, "la mamá llega al hospital a tener a su guagua y al día siguiente se va sin dar aviso y sin que nadie la vea. La mayoría de las veces este tipo de mujeres no regresan ni siquiera a preguntar por el estado de su hijo", explicaron.

En tanto, hay unas cuantas que vuelven al recinto para obtener información de cómo está el menor y dan las explicaciones de su actuar a la asistente social, profesional que avisa al tribunal para que evalúen el caso.

Respecto a las estadísticas que manejan, la edad de las mujeres que incurre en este tipo de abandono es variable, pero se da con mayor habitualidad entre los 22 y 23 años, aunque han tenido casos que han bordeado los 40 años.

Menores

En cuanto a sus gastos, como alimentación, pañales y vestimenta, son asumidos por el recinto, "pero hay que destacar que gente conocedora de esta situación realiza donaciones de ropa y pañales".

Considerando que la situación de los pequeños ya es triste y con un futuro incierto, las profesionales de la unidad de Pediatría se esmeran por generar condiciones de apego y cariño, "ya que son guaguas abandonadas y que nadie visita, por lo tanto, además de entregar apoyo profesional se les da afecto y se les impulsa su parte sicomotora, realizando una función más allá de lo que corresponde", expresaron del Carlos Cisternas.

Por su parte, el director regional del Sename, Patricio Reyes, explicó que como organismo, a través de la unidad de Protección de Derechos, realizan visitas periódicas y llamados telefónicos a los hospitales, para actuar de manera proactiva en caso de encontrarse con situaciones de abandono.

Asimismo y de manera paralela, argumentó que se desarrolla "el trabajo de explorar en busca de adultos significativos que puedan ser cuidadores en un futuro. En este intertanto es cuando se solicitan las medidas de protección por parte del Tribunal de Familia y son enviados a una de las dos residencias para lactantes que hay en la región, en Antofagasta o Calama, donde se les recibe, se les entrega cariño y contención en sus primeros días de vida, estableciendo vínculos tempranos con ellos".

Respecto al tiempo que los niños se quedan en la residencia variará de acuerdo a las implicancias de cada caso y a la demanda que exista en el hogar, según lo que precisó Reyes, quien además resaltó que en ese período se busca un trabajo personalizado, lo que cada vez implica la presencia de más funcionarios.

Adopción

Para lograr ingresar a un núcleo familiar, fin último en algunos casos, los menores deben participar en un proceso que implica, para los mayores de tres años, un trabajo de reparación que corresponde en recibir apoyo para "construir o reconstruir su historia personal y empezar la elaboración de un proceso de duelo de lo que deja atrás, que le permita tejer vínculos, minimizando la posibilidad que el pasado bloquee su integración al nuevo contexto", detallaron desde el Sename.

Se incluye a lo anterior, la preparación que implica el acercamiento con su futura familia adoptiva, para que logre su integración de manera plena, "ya que es necesario recordar que los niños que han pasado por un proceso de institucionalización llevan consigo factores de mayor vulnerabilidad, por eso se debe abordar sicológicamente sus expectativas".

El tercer y último proceso, es prepararlos para la vida independiente, lo que consiste en potenciar sus capacidades y recursos personales para abordar en su mayoría de edad.

"Nuestros profesionales están con dedicación casi exclusiva para evitar la institucionalización y el hospitalismo en los niños y niñas. Si bien siempre se necesitan más profesionales, los esfuerzos están enfocados a mejorar la vida y restablecer su derecho a vivir en familia".

Director regional del Sename

Esta es una de las dos residencias que existen en la región que albergan a niños hasta los seis años, pudiendo extenderse el tiempo. Actualmente tiene capacidad para 34 pequeños, cifra que varía con los requerimientos del Tribunal de Familia. En el hogar Tierra de Niños los pequeños reciben una red de apoyo, independiente de su situación y cuenta con un equipo multidisciplinario, que incluye asistentes sociales y psicólogos, dedicados a velar por el bienestar de cada uno de ellos.