Los efectos del cambio climático
El debate por el calentamiento global o cambio climático es amplio y pese a que no hay completa seguridad, cada vez son más los estudios que aseguran que la evolución humana está interviniendo negativamente en los procesos de la Tierra. Por ende hay que estar conscientes y empezar a cambiar conductas para evitar una debacle segura producto de alteraciones en el ambiente.
Los científicos que vienen estudiando por años los fenómenos aseguran que el cambio climático en la provincia El Loa tendrá aspectos definidos. Habrá un aumento en la temperatura, y la lluvias estivales serán menos abundantes, con lo que claramente se acelerarán los procesos de desertificación.
El peligro está latente. Menos lluvias significa menos posibilidades de desarrollar la agricultura que es una de las tareas que se han propuesto las autoridades regionales y comunales.
Saben que para contar con ciudades más amigables se requiere de un importante apoyo de la agricultura y las áreas verdes. Lo ven como un paso esencial para generar arraigo y pertenencia en los actuales habitantes de la zona.
Por ello el informe de los expertos complica estas aspiraciones desde el punto de vista del cambio climático y también de las proyecciones, porque otro de los datos que entregan es que el consumo de agua industrial y de la población se duplicará en los próximos 30 años. Una lápida para quienes esperan ver campos y praderas en la provincia en un futuro no muy lejano.
Así los pronósticos es necesario que la discusión de las autoridades sobre el futuro de la comuna se abra a un espectro más amplio. Se debe incluir este tipo de estudios y cómo revertir estos presagios negativos.
Lo primero reiterando que el agua dulce debe quedar para el consumo humano y para las siembras. No para el desarrollo industrial como ocurre hoy.
Además de una política de protección de acuíferos y bofedales inquebrantable, más allá de presiones. Ello sumado a un cambio de conducta en la gente, porque los cambios vienen y Calama tiene que estar preparada sino quiere desaparecer ante el inexorable avance de la desertificación.