"Partir to Live" es una película atípica dentro del cine chileno. La ópera prima de Domingo García-Huidobro evita toda convención narrativa para involucrar al espectador en una experiencia sensorial de alto vuelo.

Si tuviésemos que reducirla a una sinopsis argumental, no hay más que un personaje (Martín Castillo, de "Te creís la más linda") que deambula buscando algo; una epifanía, un contacto extraterrestre o una mujer (Javiera Díaz de Valdés). Todo esto en medio de bosques, una iglesia abandonada y paisajes que hablan más bien de un estado mental.

Pero la verdad es que la trama poco importa. García Huidobro se preocupa más bien de las luces, las sombras, los sonidos -la música corre por cuenta del compositor alemán Josef van Wissem- y los pormenores visuales de un viaje hipnótico que funciona como un sueño.

Soñar despierto

"Nace a partir de un sueño muy lúcido que tuve hace tres años", confiesa García-Huidobro. "Al despertar no pude dilucidar si había vivido o no lo que sentía. No me quedó otra opción que encontrar esa historia paralela. Sentía que había quedado a mitad de camino".

Es así como el director se asentó en los terrenos de la experimentación, continuando -desde lo visual- con las exploraciones que realiza a la cabeza de su banda: Föllalzoid.

Respetada en el mundo entero, ésta cuenta con tres álbumes editados por el sello neoyorquino Sacred Bones Records, el mismo que está detrás de los discos del cineasta David Lynch.

"Los sonidos y el trabajo de Jozef van Wissem son fundamentales para la articulación de la película", subraya el realizador. "Hay un símil con la música que hago y tiene que ver con el énfasis en el tratamiento. Poner la relevancia en el proceso más que en el final".

- Es una película que encuentra un sitio especial dentro de la cinematografía chilena. ¿Te sientes solo en tus experimentaciones?

- Es verdad que en Chile esta noción narrativa es bastante escasa e incomprendida, pero en Europa o Rusia pasa todo lo contrario. Empatizo con mi generación en otros aspectos más ligados a la independencia creativa y a los tópicos generacionales.

García-Huidobro menciona Rusia porque en el Festival de Cine de Moscú -que se realizó en junio- la película tuvo una gran acogida. Van Wissem la musicalizó en vivo, en medio del emblemático Parque Gorky.

"Tuvo una recepción excepcional", recuerda el director. "Me significó un cambio de perspectiva al ver la cercanía popular que había en Rusia con el estilo de cine contemplativo y abstracto que en Occidente se califica como experimental".

La cinta ha tenido también otros triunfos internacionales. El cineasta Jim Jarmusch ("Extraños en el paraíso", "Deadman") la elogió, calificándola como "una película alucinante, misteriosa y bella".

- El público está acostumbrado a que le cuenten una historia lineal. ¿Cómo te interesa que se involucre en la experiencia?

- Me interesa que se replique la lógica que opera al momento de entender los sueños en las mañanas. Todos, de alguna forma, catalogamos y extraemos un significado de sucesos que suceden en nuestros sueños al despertar. Durante el día este mecanismo se vuelve invisible o inexistente para la mayoría y se espera un tipo de procesamiento de información más lineal y racional. Me interesa ver qué sucede cuando la atmósfera onírica empieza a detonar mecanismos nuevos para procesar la información.