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"Chuquicamata está bien encaminada y en un buen pie en cuanto a producción"

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Sus últimos días como gerente general de la división Chuquicamata, vive Juan Carlos Avendaño, quien es reconocido en la industria por tener una experiencia transversal dentro del negocio, pues comenzó su carrera hace treinta años en Codelco y luego avanzó hasta ocupar altos cargos ejecutivos en diversas etapas y divisiones, como Radomiro Tomic, donde alcanzó cifras destacadas en seguridad, producción y costos. Experiencia que ahora deberá plasmar en su nuevo desafío como gerente general en Salvador, donde asumirá el próximo sábado.

¿Cuál es la fórmula para hacer que Salvador sea una división competitiva?

Tenemos que buscar los caminos, nadie tiene la fórmula exacta. Creo que todos los colegas que han estado antes han hecho su parte, han avanzado y hoy el presidente ejecutivo me convocó a tomar el desafío de desarrollar un proyecto que es muy interesante y que podría darle viabilidad a Salvador por los próximos 34 años. El rajo tiene mil 600 millones de toneladas de reserva de leyes bastante interesantes de 0,6%. Desarrollar Salvador y responder a las expectativas de que a esta división le vaya bien es un desafío profesional.

¿Cuáles son los factores que convierten a Salvador en un desafío importante?

Chuquicamata

Hicimos mucho trabajo en terreno, conociendo de cerca a las personas y buscando en conjunto las acciones que dieran respuesta a necesidades concretas. Fue así como surgieron iniciativas con marca registrada como los Fondos Concursables "Calama Participa", que han beneficiado en tres años a cerca de 60 organizaciones. Pero además, y a nivel mucho más macro, la división se comprometió de lleno con Calama Plus, un plan de desarrollo sustentable que seguramente en un par de años le cambiará la cara a la ciudad. Chuquicamata es un actor relevante de este plan y está embarcado con iniciativas como el Paseo Borde Río; Museo Minero; el atravieso que terminará con el aislamiento del sector Peuco Maratón, y la construcción del Colegio Don Bosco en Calama. Todas estas obras están avanzando en cuanto a su diseño e ingeniería y son largamente esperadas por la ciudadanía.

Un desarrollo que también se vio a nivel interno ¿Cuáles son los principales logros que destaca?

Uno de los más relevantes es la seguridad. Con mucha satisfacción podemos decir que no hubo accidentes fatales en estos dos años y medio y eso es algo muy importante. En este período se consolidó el Proyecto Estructural de Seguridad y Salud Ocupacional y dimos cumplimiento a los focos estratégicos. A nivel divisional reforzamos este tema con seguimientos a la reportabilidad (RIS y RISOP), encuentros mensuales gerenciales, el Centro de Entrenamiento PESSO y la implementación del Programa de Control de Fatiga y Somnolencia, entre otras acciones.

Otra de los énfasis en todo Codelco, es el ahorro. ¿Cómo se comportaron estos números?

Se asumió un exhaustivo control de abastecimiento y de los stocks de materiales y repuestos. Se avanzó en línea con el cumplimiento del Plan de Egreso de trabajadores, convenido con sus representantes, como también de una menor dotación de empresas de terceros en la división. Se implementó el ROAP, que son los Reportes de Oportunidad Ahorro y Productividad, donde los propios trabajadores detectaban las posibilidades de mejora y las reportaban. En definitiva se ajustaron los costos a una producción de 350 mil toneladas de cobre anuales, y ya no se gasta como cuando se producían 700 mil toneladas en la ex Codelco Norte, eso es muy relevante.

¿La producción de Chuquicamata fue otro punto que destacó en estos dos años y medio?

Egresos

En este Chuquicamata de transición hay muchas cosas por hacer para mantener la competitividad, productividad y sobre todo, la entrega de excedentes al Estado. En 2012, generamos un contrato colectivo, pese a todas las diferencias que teníamos con la dirigencia sindical. Ambas partes sabíamos en forma muy clara, que ese nuevo contrato iba a significar contención de costos y reducciones de dotación y la mejor manera de enfrentar esto era con un Plan de Egreso convenido, donde los trabajadores tuvieran las mejores condiciones para enfrentar un egreso razonable, con beneficios económicos, de salud y educación, entre otros.

¿Cómo ayuda el Plan de Egreso para hacer más sencillo el proceso?

El Plan de Egreso nos está permitiendo contar con una herramienta para hacer más llevadera la salida de las personas. Y las dotaciones que iban quedando en la división, las fuimos ordenando y reconvirtiendo según quedó consignado en el contrato colectivo. Esos dos aspectos, que son tan importantes, se llevaron a cabo con transparencia y mirando a futuro a este Chuqui de transición, privilegiando que todo fuera sin traumas y con la capacidad, por qué no, de inducir y capacitar una parte importante de nuestros trabajadores para que también sean parte del nuevo Chuqui Subterráneo.

¿Está conforme tras haber vivido esta experiencia en las divisiones del Distrito Norte?

La posibilidad de haber estado con la gente del norte para mí fue muy importante. Por eso les envío un abrazo muy fraterno y amistoso a las trabajadoras y trabajadores de Codelco Chuquicamata y Radomiro Tomic y les deseo mucho éxito en lo que viene, porque no es fácil, hay mucho trabajo por hacer y requiere el esfuerzo y la adhesión de todas las partes.