Cementerio municipal de Calama recibió más de 5 mil visitas en primer día de fin de semana largo
recogimiento. Flores, baldes, escobas y pintura, son algunos de los elementos con los que comúnmente se acompañan los familiares que por estos días repletan los camposantos de Chile para visitar a sus deudos y al mismo tiempo remozar aquellos espacios destinados al descanso eterno de sus seres queridos.
Con 21 mil tumbas registradas, el cementerio municipal de Calama es el que más visitas tiene durante el Día de Todos los Santos que se conmemora el uno de noviembre. El fin de semana largo hizo la diferencia y permitió que para el presente año las familias y amigos de quienes en él descansan, comenzaran a llegar ya desde ayer viernes 31 de octubre.
Con un comercio que por estos días crece y diversifica la oferta que va más allá de las flores que adornan las tumbas de los difuntos, familias enteras llegaron hasta este cementerio que, de acuerdo a lo informado por el administrador del recinto, Ernesto Mancilla, no tiene registro de su fecha de fundación. Para esta ocasión, el municipio local, a través del subdepartamento de cementerio municipal, debe llevar a cabo trabajos de mantención y retiro de basura en forma constante, además de proveer de agua para que los cientos de visitantes puedan asear las tumbas de sus seres queridos y regar las flores que por un tiempo darán frescura a las mismas.
Según lo informado por el administrador, la tumba más antigua de este cementerio data de los años 30, pero aún pueden encontrarse durante los trabajos de excavación, restos humanos no considerados en los libros. "Me imagino que esos cuerpos corresponden a personas bolivianas que fueron enterradas aquí incluso antes de que los territorios de Calama fueran chilenos", señaló Mancilla.
Dentro de los mausoleos más grandes existentes en este camposanto están los pertenecientes a las instituciones de Carabineros, Bomberos y Policía de Investigaciones que entierran a los funcionarios muertos principalmente en comisión de servicio. La única colonia extranjera que cuenta con un amplio terreno para enterrar a sus difuntos en el cementerio de Calama es la perteneciente a Croacia. Como todos los años, la devoción por la "Botitas Negras" queda demostrada por la gran cantidad de flores y placas que quedan como testigos del agradecimiento al favor concedido por esta mujer que murió en manos de quienes descuartizaron su cuerpo y que hoy es considerada como milagrosa.
Chuquicamata
La primera lápida del cementerio de Chuquicamata, data de enero del año 1915 y corresponde a un norteamericano que llegó con los primeros extranjeros a realizar las explotaciones del mineral. Hoy cuenta con 13 mil tumbas, muchas de las cuales están en notable abandono.
Gracias al trabajo de quien se desempeña como panteonero desde el año 1986, Pedro Espinoza, este cementerio aún es un espacio donde los familiares encuentran refugio bajo los árboles que han soportado las inclemencias del tiempo en el desierto más árido del mundo. En él descansan aquellos mineros que encontraron la muerte mientras se desempeñaban en el mineral. En el recuerdo quedó el fatídico accidente ocurrido luego de la explosión del horno flash acontecido el 13 de febrero de 1989, que segó la vida de tres trabajadores que hoy descansan en este camposanto.
Ya retirados de la empresa, muchos ex trabajadores de Chuquicamata regresan por estas fechas a visitar a familiares y amigos que descansan en tierras loínas. Radicados muchos en el puerto de Antofagasta, retornan con sus hijos, nietos y bisnietos que acompañan a sus patriarcas en la visita a aquellos que en algún momento fueron muy importantes en la vida de quienes hoy sólo esperan volver a reunirse con sus seres queridos.