Producción industrial china desacelera su expansión durante septiembre
La actividad industrial de China desaceleró su expansión en septiembre respecto a agosto, arrastrada por el enfriamiento de la segunda economía mundial, según datos oficiales divulgados ayer. Así la producción alcanzó su punto más bajo en los últimos cinco meses.
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) publicó que el Índice Gerente de Compras (PMI), indicador de tendencia en la industria china, se situó en los 50,8 puntos en agosto, tres décimas por debajo de la cifra de septiembre y agosto, y hasta nueve décimas menor que la de julio, cuando registró su mayor expansión en 27 meses.
A pesar de esta desaceleración, el indicador se sigue situando por encima de los 50 puntos, lo que indica expansión. Si bajara de este umbral, constataría una contracción. Eses es el octavo mes consecutivo que el PMI refleja una expansión, si bien en los últimos meses se ha ido notando la reducción de los niveles de crecimiento del país asiático.
"A pesar de las bajadas, el indicador se sitúa por encima del umbral que le separa de la contracción lo que indica que la industria se mantiene estable mientras la economía entra en la nueva normalidad", destacó Zhao Qinghe, estadista jefe de la ONE, haciendo alusión al término acuñado por el Gobierno, esa "nueva normalidad" de la economía con la que buscan un modelo menos dependiente de las exportaciones y más del consumo interno.
Por subíndices, el de producción se situó en los 53,1 puntos en octubre, cinco décimas menos que en septiembre, mientras que el índice de nuevos pedidos perdió seis décimas respecto al mes anterior y llegó a los 51,6 puntos.
No obstante, los nuevos pedidos de exportación decrecieron tres décimas y se situaron en los 49,9 puntos.
La lectura del PMI oficial suele complementarse con el índice que días más tarde publica sobre las manufacturas chinas la entidad financiera HSBC, aunque en ocasiones los dos indicadores dan resultados contradictorios.
Los datos de la industria se conocen después de que el Banco Mundial redujera sus perspectivas de crecimiento económico para China de dos décimas este año, al situar su PIB en un 7,4 % y de tres décimas en 2015, cuando prevé que aumente un 7,2 %. Ello se situaría por debajo de la meta fijada por el Ejecutivo chino este año, en el 7,5 %.
La institución financiera urgió a China a basarse en las reformas y no en ambiciosos objetivos de crecimiento, una actitud que, según se evidencia en los discursos de los líderes, ya se está tomando en el Gobierno, que defiende que el "ritmo" de crecimiento no es lo más importante en la actualidad y afirma centrar más su atención en el empleo y en conseguir un crecimiento estable.
China creció en el tercer trimestre de este año un 7,3 %, dos décimas menos que en el segundo y una por debajo del primero, el crecimiento más bajo que registra el país desde 2009, cuando notó los efectos de la crisis mundial y logró un ascenso de sólo el 6,2 %.