la onu advierte que el cambio climático amenaza con la seguridad sanitaria
consecuencias. Los expertos de la entidad mundial aseguran que las alteraciones en la temperatura permiten la propagación de enfermedades como la malaria y el ébola. El dióxido de carbono también es causante de muertes.
Enfermedades infecciosas como la malaria, el chikungunya e incluso el ébola y su rápida propagación en los últimos años son un ejemplo más de cómo el cambio climático amenaza a la seguridad sanitaria mundial. Así lo advierten expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"El cambio climático afecta las temperaturas y las condiciones climáticas de las regiones por lo que, por ejemplo, en África, los mosquitos pueden propagarse de una región a otra con más facilidad que antes, al igual como ocurre en Latinoamérica", advirtió el director ejecutivo de Consejo de Administración del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner.
"En muchas partes del mundo se verá indudablemente el regreso o la llegada de enfermedades que simplemente no se habían reportado antes, debido a las altas temperaturas que se están registrando", advirtió el máximo responsable del PNUMA.
los causantes
Por esa razón, la comunidad científica ambiental está estrechando lazos con los organismos sanitarios a nivel global. "Mi colega Margaret Chan (directora de la Organización Mundial de la Salud) organizó hace unos meses una reunión en Ginebra para discutir el cambio climático y la seguridad sanitaria", recordó.
"Su conclusión fue que el tratado climático que se firme en París también será un acuerdo por la salud global, porque claramente hay una conexión muy directa entre los cambios ambientales que surgen del calentamiento global y las grandes amenazas a la salud", indicó Steiner.
Otro efecto en la salud del cambio climático es la contaminación: "La emisión de dióxido de carbono y otros contaminantes son causantes ahora de que aproximadamente siete millones de personas mueran prematuramente en el mundo cada año. Esa cifra es mayor que el número de muertes prematuras por VIH/sida y malaria combinadas", indicó.
"Necesitamos, primeramente, entender científicamente cómo esta relación (entre cambio climático y las enfermedades) ocurre para luego anticipar su impacto y, tercero, ejecutar las políticas necesarias para responder", explicó.
En su opinión, "hay grandes economías como Brasil que han tomado pasos significativos en atender las principales fuentes de emisión de gases efecto invernadero, en este caso el dióxido de carbono a consecuencia de la deforestación".
"Brasil ha contribuido enormemente a reducir la tala de árboles, lo que es quizás uno de los pasos más importantes", añadió, al tiempo que valoró también el liderazgo de Nicaragua en "la incorporación de tecnologías de energía renovable para generar electricidad".
El director ejecutivo de PNUMA -organismo que creó el IPCC junto a la Organización Meteorológica Mundial- valoró que "en Latinoamérica se están originando inversiones significativas para bajar las emisiones y construir infraestructura eficientes, desde Colombia hasta Perú".
"En general, en 2014 todos los países están ya interesados en actuar ante la amenaza del cambio climático haciendo lo más que pueden, conscientes de los recursos que tienen a su disposición y contando con que haya un acuerdo climático internacional y fondos procedentes de energía verde que los ayuden a adecuarse más rápido y ambiciosamente", dijo.
En diciembre se celebrará la Cumbre del Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP20) en Lima, donde se prevé que se acuerde un borrador que sirva de referencia para la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático que se realizará en 2015 en París.
Según estadísticas entregadas en marzo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación atmosférica provoca siete millones de muertes al año. El informe de la entidad también indica que la cifra de fallecidos se duplicó desde 2008 hasta 2012. El 80% de las enfermedades derivadas de este problema ambiental son cardiovasculares, mientras que el 40% corresponden a infartos cerebrales. El 82% de la población mundial reside en lugares contaminados.
7
millones al año de fallecidos provoca la contaminación del aire, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
80%
de las enfermedades causadas por la contaminación son cardiovasculares, de acuerdo a las estadísticas de la OMS.