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Mujer de mexicano muerto pide reabrir estudio de la autopsia

investigación. Maritza Sánchez denuncia que el deceso de su pareja en Calama aún se encuentra sin resolver.

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El pasado 25 de marzo, Calama fue testigo de la muerte del ciudadano mexicano, Juan Carcaño Montiel, de 66 años de edad, quien sufrió golpes en circunstancias que hasta hoy no han sido esclarecidas por la fiscalía local.

La pareja del fallecido, Maritza Sánchez, relató todo lo que la familia ha debido pasar desde que Carcaño fue supuestamente golpeado por el hermano de una persona a la que él fue a ver para solicitar el pago de una deuda por compra de joyas comercializadas por Maritza.

"Desgraciadamente, la justicia en este país marcha muy mal. No he tenido ninguna buena acogida en todos los lugares a los que he acudido, y el caso sigue en nada", señaló la mujer, agregando que el fiscal a cargo de la causa, Cristian Aliaga, cerró la causa al mes de haber ocurrido los hechos.

Luego de eso, por medio de la Fiscalía Regional, el caso fue reabierto nuevamente, previa presentación de una lista de testigos que fueron posteriormente entrevistados por la fiscalía de Calama, sin realizar ésta ningún otro trámite en torno a la investigación.

"Primero, ellos deberían investigar en qué condiciones sucedió el hecho y si la muerte de mi esposo la ocasionaron los golpes o fallas de órganos vitales internos. Mi esposo tenía cuatro golpes en la cabeza, el labio partido y un ojo con golpe de puño, entonces él murió de un traumatismo encéfalo craneano, luego de estar tres días conectado a un respirador artificial", precisó.

De acuerdo al informe de la autopsia, Juan Carcaño al momento de fallecer se encontraba con todos sus órganos internos en buen estado.

"Ellos dicen que mi esposo se cayó y se golpeó en la cabeza, y si así hubiera sido, habría tenido sólo un golpe y no cuatro", relata Maritza refiriéndose a las declaraciones de las dos personas que estuvieron con Carcaño antes de producirse el supuesto accidente.

"Siempre hemos sabido quién es el culpable de la muerte de mi esposo, pero desde el principio todo funcionó mal, porque cuando yo pedí en el hospital presencia del fiscal para que viera en qué condiciones estaba mi marido, él lamentablemente no quiso ir.

De inmediato tenían que haber extendido una orden de arresto para esta persona y no se hizo, porque él y su hermano no quisieron presentarse cuando Carabineros los llamó desde el hospital, por temor a quedar detenidos.

Sea cual sea la intencionalidad, a mi marido lo mataron, porque una persona que golpea tan brutalmente a otra es porque sí tiene la intención de matarlo".

Con un sinnúmero de incongruencias en las declaraciones de los dos hermanos que se encontraban con el ahora fallecido, esta mujer sólo espera encontrar el apoyo de alguna institución o profesional que pueda guiarla en los trámites necesarios para lograr que la investigación se realice con el reestudio de la autopsia realizada a su marido.

"Todos fueron negligentes, empezando por el fiscal, Carabineros, hospital, todos. Ahora debemos confirmar que a él no le falló ningún órgano y que fueron los golpes los que le provocaron la muerte".

Hoy, la familia sólo espera justicia.

La última voluntad de Carcaño impide la realización de nuevos estudios al cuerpo para clarificar las causas de su muerte. La familia optó por cremar sus restos luego de que le informaran que ya no era necesario analizar el cuerpo. Así lo enviaron de regreso a su país natal, sin incurrir en los gastos por envío de un féretro. La falta de recursos ha impedido que puedan contratar a un abogado.