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Hombres loínos exigen "no más violencia a la mujer"

manifestación. Por nuevo caso de femicidio ocurrido hace algunos días.
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En respuesta al femicidio ocurrido la semana pasada en Calama, donde una mujer de 27 años llamada Vannia Monsalves fue asesinada por su pareja en plena calle, la Red de Hombres Contra la Violencia Machista de la comuna salió a manifestarse en el paseo Ramírez por lo que llamaron una 'epidemia social', donde -según dijeron- por razones culturales, el sexo masculino es el principal cómplice de una cadena de desprecio y silencio.

Lo que esta red pretende es que ya no se hable de violencia intrafamiliar como un concepto global de lo que ocurre en muchos hogares de Calama y el país, sino que se ataque el problema de raíz, situando al hombre como quien en un gran porcentaje de las oportunidades cree tener cierta superioridad sobre el sexo opuesto, por conductas que han venido aceptándose y reiterándose por años en diversas sociedades.

"Lo que nosotros -los hombres de esta red- queremos es ponerle un 'no más' a esta situación, no más tolerancia, no más silencio a la violencia cotidiana. Acá hay que dejar de hablar de violencia intrafamiliar. Por eso, le hago un llamado al Sernam a que deje de preocuparse de lo accesorio del problema y se centre en la violencia contra la mujer", manifestó uno de los miembros de esta red y concejal por Calama, Darío Quiroga.

"Siempre se había abordado el tema de la violencia contra la mujer desde el lado de la victimización, donde el hombre quedaba un poco aparte. Al hacer esta reunión, pretendemos atacar el machismo en su forma más brutal, vale decir, en la calle. Eso es sumamente importante", manifestó el psicólogo Leonel Varela.

En esta convocatoria, los manifestantes quisieron dejar en claro la importancia de erradicar la violencia contra la mujer no sólo en el hogar, sino que también en la calle.

cambio conductual

"Hicimos esta reunión en calle Latorre con Ramírez, un lugar donde los hombres se paran a mirarle las piernas a las mujeres, a muchas de ellas eso les molesta y aquello es lo que queremos terminar, vivir en una sociedad donde estas conductas no sean aceptadas, para que nuestros hijos y nietos no las repitan", expresó enfático el psicólogo Varela.

Por su parte, uno de los miembros del programa de rehabilitación de alcohol y drogas de Calama, Cepas, quien participó de esta manifestación, Cristián Aguirre, dijo que "no quiero más femicidios en la comuna, tampoco ocultamiento de la violencia en el hogar. Yo también me he equivocado y he ejercido violencia contra la mujer en el hogar, pero eso ya no ocurre. La mujer es un ser pensante, que merece el máximo respeto y trato igualitario", señaló.

"Es importante que nuestra cultura permanezca pero sin tanta distorsión"

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Oriunda de Toconao, la cantautora Margarita Chocobar se ha convertido en una de las principales exponentes del folclor atacameño junto a su grupo familiar "Los Chocobares" y "El viento canta de norte a sur". Con más de 40 años de trayectoria, sacó su tercer trabajo musical bajo el nombre "Canto a mi tierra Lican Antay". Entre risas nos cuenta que en el último 18 de septiembre cantó más de 380 cuecas. Chocobar asegura que "el folclor lo lleva en la sangre" y por eso no se cansa de componer y revivir nuestras raíces mediante el canto. Hoy tiene un nuevo desafío participar en el Festival del Huaso de Olmué, para ello ya grabó tres cuecas inéditas.

¿De qué hablan sus canciones?

Mis canciones del último disco son cuecas dedicadas a mi pueblo a la gente y de variadas melodías. Tienen acento en algunos cultores que permanecen en el carnaval y en algunos que ya no están. Hay dos cuecas ancestrales y tres de la tradición. Las otras están dedicadas por ejemplo, a la gente que hace canastos de caña para llevar las frutas y flores, otra hablan de relatos, leyendas de carnaval y hay otra que es de los floreamientos.

¿Cómo ha sido la recepción de la gente con su música? ¿Se sienten identificados?

Dije en un momento voy a hacer mi disco como quiero que sea con mis cuecas relacionadas con la melodía de la zona central y la nuestra. y de los sectores, porque también hay una cueca que es del sector de Machuca que es con zampoña.

Para mí era un poco complicado porque hay gente que dice que la cueca central no es de nosotros, pero nosotros tenemos que saberla también porque somos chilenos. Y pensé que iba a haber un efecto de alegría y también de rechazo pero ha sido todo lo contrario porque no he visto rechazo, todo lo contrario, la gente pide las cuecas.

¿Siente que cada año baja el interés por el folclor? ¿Cómo intenta mantener las raíces?

Yo no sé si será mi percepción no más pero, por ejemplo, en San Pedro de Atacama para el 18 de septiembre hacemos pasacalles, talleres de cueca, maratones, etc. Yo he visto que eso ha ido creciendo hace 10 años cuando empezamos a hacer el pasacalles eran muy poquitos y ahora está lleno y se unen muchos más bailarines.

Entonces ¿Cree que se está produciendo un fenómeno diferente que en otros poblados?

Yo creo que estamos fortaleciendo la cueca nacional que a lo mejor también es un tema de educación a nivel país porque quieren también exigir que todos la sepamos bailar, de acuerdo a nuestro carácter. No es la idea que todos bailemos igual.

¿Qué ha sido lo más enriquecedor de sus años en el folclor?

Destaco la permanencia de mi propia cultura, porque el hecho de rescatar cantos y danzas ancestrales ya es muy importante para nosotros. Sino muere. Es por eso es que trato de cualquier forma de grabar y dejar testimonio. En los cd que tengo hay varias canciones ancestrales que ya no están. Esas son las que más canto, las de carnaval antiguo, con la cajita challera.

Es importante que nuestra cultura permanezca pero sin tanta distorsión. La distorsión también es un tema, cae fuerte en los carnavales, en las costumbres. Se van tomando otros rumbos. Yo sé que todo es cambiante pero hay que tratar que no pase tanto. Por eso es que yo saco mis ruedas de carnaval a la usanza antigua. En todas las ceremonias ha ido cambiando. Hay que rescatar, conversar con los que saben más que uno y así que no sea tan cambiante como está siendo ahora.

¿Cómo maneja también el traspaso de ese rescate?

En un momento, gracias a un proyecto se formó una orquesta con niños atacameños, trabajamos dos años y después se terminaron los fondos. Alcanzamos a tocar algunos temas con los niños, todos tradicionales. A los niños les gustaba.

Actualmente soy cultora tradicional en la escuela de Toconao entonces ahí trato de enseñarles nuestras tradiciones. Son poquitas horas pero trato de tocar el máximo de temas.

Hablamos un poco de todo: de carnaval, de minga, del pago a la tierra y algunas danzas. Ellos recepcionan bien pero encuentro que la tradición está muy alejada de los niños. Da nostalgia que no puedan estar inmersos en sus raíces.