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Atentado en una sinagoga reaviva conflicto en Israel

Jerusalén. El ataque, perpetrado por dos palestinos, dejó cuatro rabinos muertos. Netanyahu prometió "responder con dureza".

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Dos primos palestinos irrumpieron ayer en una sinagoga, atacaron a los fieles con cuchillos de carnicero, hachas y armas de fuego, y mataron a cuatro personas. La policía mató a los agresores en un tiroteo.

Se trata del atentado con más víctimas mortales registrado en Jerusalén en varias décadas y aviva el temor a una violencia sostenida en la ciudad, ya alterada por las crecientes tensiones por un disputado lugar de culto. Las víctimas eran tres estadounidenses y un británico, todos rabinos y con doble nacionalidad israelí. El ataque se produjo en Har Nof, un barrio ultraortodoxo con una importante población de inmigrantes de habla inglesa.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que su país "responderá con dureza" al ataque, que describió como un "cruel asesinato de judíos que acudieron a rezar y fueron asesinados por asesinos despreciables".

Netanyahu anunció que las viviendas de los agresores serán destruidas y que el castigo será aplicado a todo el que cometa ataques contra israelíes.

El Presidente palestino, Mahmud Abás, condenó el ataque y pidió que Israel pusiera fin a las "provocaciones" en torno al lugar sagrado de Jerusalén.

La policía israelí calificó el hecho de atentado terrorista y detalló que los atacantes eran primos residentes en Jerusalén oriental, identificados como Ghassan y Oday Abu Jamal.

El Frente Popular para la Liberación de Palestina confirmó que los primos eran de su grupo, pero no aclaró si tenían órdenes de realizar el ataque.

Hamas, la milicia palestina que gobierna la Franja de Gaza, elogió el ataque, y decenas de personas salieron a las calles de Gaza a festejar.

Al menos ocho personas resultaron heridas en el ataque, incluyendo dos agentes de policía. Cuatro de los heridos tenían pronóstico serio.

Yosef Posternak, que estaba en el templo cuando se produjo el asalto, dijo a Israel Radio que había unas 25 personas dentro cuando llegaron los agresores. "Vi gente tirada en el suelo, sangre por todas partes. La gente intentaba pelear con (los atacantes), pero no tenían muchas posibilidades", relató.

El suceso se produce en medio de grandes tensiones en la ciudad, con una ola de ataques de palestinos contra israelíes.

El Presidente estadounidense, Barack Obama, condenó duramente el ataque. "No hay y no puede haber justificación a esos ataques contra civiles inocentes", dijo Obama. "En este momento sensible en Jerusalén es más importante aún que los líderes isrelíes y palestinos cooperen estrechamente para rebajar las tensiones, rechazar la violencia y buscar un camino hacia la paz", dijo Obama. Mientras, la ciudad de Nueva York aumentó las medidas de seguridad en sinagogas y otras instituciones.