Secciones

Teletón con una mirada más crítica

E-mail Compartir

Este año ni la Teletón estuvo exenta de críticas, producto de un comportamiento social más analítico que se acrecienta en nuestro país, en diferentes temas que están ocurriendo en nuestro alrededor.

Esta noche comienza esta tradicional cruzada que nació en 1978 y que este año tiene como meta reunir un poco más de 25 mil millones de pesos.

Pero esta vez la jornada que tiene como lema "Somos todos" ha tenido varios detractores, con columnas, denuncias por redes sociales y que dan otra mirada de esta jornada que mueve miles de millones de pesos.

La primera fue la Organización de las Naciones Unidas, ONU, que alertó que este tipo de campañas, promueve estereotipos de las personas con discapacidad como objetos de caridad y no como sujetos de derecho.

Después fue el turno de Carolina Pérez, docente universitaria y discapacitada, que escribió la columna "Digo no a la Teletón".

Pero para don Francisco, creador de esta cruzada y que transformó la Sociedad de Ayuda al Niño Limitado (que nació en 1947) en la Teletón, es "una institución que ha dignificado la discapacidad".

Y así avanza esta cruzada donde muy pocos se restan. Y si bien más allá del aporte de cada familia chilena que se pierde entre los millonarios recursos que dan las empresas de consumo tras grandes campañas publicitarias, se busca ir en ayuda de miles de personas que son tratadas en 13 sedes de la Teletón en el país.

En la actualidad atiende al 85 por ciento de los menores de 20 años que son portadores de discapacidad motora del país. Además, cada año ingresan tres mil nuevos pacientes y se realizan 370 mil atenciones médico terapéuticas.

Con estos datos debiera ser motivo suficiente para colaborar, más allá de si algunos sacan partido de esta cruzada o no.

Mientras tanto la gran mayoría de los chilenos tenemos el deber de aportar, por el bienestar de todos aquellos que atiende la Teletón.

Una defensa justa y necesaria

E-mail Compartir

Dos noticias sorprendieron ingratamente en los últimos días al sector construcción. Una de ellas fue el término del contrato por parte del IND a la empresa que construía el nuevo estadio municipal de nuestro Calama, debido al incumplimiento con los plazos y deberes para terminar esta emblemática obra para toda la comunidad. Un ejercicio que lamentablemente se está convirtiendo en un mal deporte en nuestra ciudad. Es cosa de ver algunos emblemáticos "elefantes blancos" que vivieron la misma experiencia y que -por ahora- su reactivación se ve más compleja y lejana que solucionable en el corto plazo. Lo peor es que esta vez se trata de una empresa que debiera respetar la legislación vigente y ser un ejemplo de gestión en un país extranjero que le entrega la oportunidad y confianza para continuar su negocio.

Para peor, los principales perjudicados -aparte de una comunidad que se ilusiona con contar con prontitud con una obra que mejore su calidad de vida y nivel de atención- nuevamente son los trabajadores, corazón de todo proyecto, quienes no estaban recibiendo con la regularidad que corresponde su salario y el pago de sus previsiones, tal como lo indica la ley.

A propósito de esto último, no podemos dejar de soslayar la millonaria deuda previsional que afecta a los trabajadores del sector construcción en nuestra región, tema que no debe tenernos para nada contento ni menos orgulloso. Estamos hablando de 15 mil millones 480 millones de pesos, cifra que refleja una irresponsabilidad de un grupo de empresarios que no va en línea con la seriedad y apego a la ley que siempre ha convocado y estimulado nuestro gremio. El no hacerlo no sólo estamos perjudicando nuestra imagen y gestión para solicitar nuevas oportunidades, sino el futuro de nuestros trabajadores y, por ende, de sus familias. Y eso no tiene ninguna justificación que lo avale, ninguna.

He de esperar que estas malas prácticas administrativas terminen de raíz. Por lo pronto estaremos atentos a denunciar cualquier ejercicio ilegal que ocurra en nuestro rubro. Y lo haremos especialmente por nuestras empresas locales, sus trabajadores y principalmente la comunidad que no merece más golpes como estos.