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Las pectinas y sus importantes beneficios para la salud

Sustancias pécticas. Son complejas moléculas que se encuentran en forma natural en frutas y verduras.
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Las pectinas son sustancias que producen positivos efectos en el organismo. Son muy asequibles y se obtienen a un bajo costo económico, ya que están presentes naturalmente en frutas y verduras.

Las pectinas son consumidas diariamente en la dieta y constituyen aproximadamente un tercio de las paredes celulares de frutas y vegetales. La obtención industrial de la misma se hace principalmente desde frutos cítricos, como la naranja y limón, y también desde la manzana.

Según la literatura científica la pectina está considerada por muchos especialistas como un tipo de fibra, dada la similitud de su función: no aportan ningún nutriente, pero son las encargadas de eliminar los residuos y toxinas que se encuentran en nuestro organismo.

Además, "existe abundante evidencia que indica que el consumo de pectinas genera un aumento en la población microbiana benéfica del tracto gastrointestinal, incrementando los niveles de producción de ácidos grasos de cadena corta y gases como metano, dióxido de carbono e hidrógeno, afectando positivamente la salud, acción característica de un prebiótico", asegura la académica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valparaíso, Jacqueline Concha, doctora en Ciencias de la Ingeniería, mención Ingeniería Bioquímica.

Acción anticancerígena

También las pectinas tendrían una beneficiosa relación para combatir el cáncer, dado que "diversos estudios señalan a la pectina cítrica modificada, conocida como pectina fraccionada, como un polisacárido de cadena corta; estas cadenas más cortas se disuelven más fácilmente en agua y se absorben mejor, lo que permite reducir el riesgo de metástasis, la propagación de las células cancerosas de un tumor a otros sitios en el cuerpo", aclaró la doctora.

Para celíacos

Otro importante atributo de estas moléculas es que contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas celíacas, condición que en los últimos años ha observado cambios significativos en su prevalencia en nuestro país.

La celiaquía es una enfermedad poco habitual, sin embargo, hoy día es diagnosticada incluso en edades tardías de nuestra vida. Las cifras en Chile señalan que la frecuencia es de un valor intermedio y puede alcanzar 1 cada 3 mil habitantes.

La celiaquía consiste en una intolerancia permanente a las proteínas del gluten del trigo (gliadina), centeno (secalina), cebada (hordeina) y triticale (híbrido de trigo y centeno), cuyo desarrollo estaría vinculado a factores genéticos, ambientales (gluten) e inmunológicos.

En niños las manifestaciones más frecuentes son diarrea crónica, falta de apetito, vómitos, dolor abdominal recurrente, laxitud e irritabilidad, apatía, ensimismamiento y tristeza. En adolescentes la enfermedad puede presentarse como una anemia ferropénica rebelde, estreñimiento, dolor abdominal, menarquía retrasada e irregularidades menstruales y cefaleas. Mientras que en adultos los síntomas suelen ser más leves o inespecíficos y se confunden a veces con los del síndrome de intestino irritable.

Actualmente la única forma disponible para tratar la celiaquía es seguir una dieta totalmente exenta de gluten. Situación que resulta difícil, puesto que muchos de los alimentos que son consumidos diariamente en nuestro país se elaboran a base del trigo, por ejemplo, pan, pasta, galletas, dulces, etcétera. No hay que olvidar también que los cosméticos, pasta de dientes y medicamentos contienen en muchas ocasiones gluten, harinas, almidones u otros derivados en forma de excipiente.

La dieta es la vía para el tratamiento del paciente celíaco, razón por la cual en el Laboratorio de Biofarmacia, que dirige la profesora Concha, tesistas de la carrera de Nutrición y Dietética, junto a la académica Silvia Sepúlveda, han evaluado utilizar residuos hortofrutícolas y polisacáridos estructurales, tales como pectinas, en la elaboración de pan libre de gluten.

"La idea de elaborar productos de panificación surge porque el pan es uno de los productos alimenticios de mayor consumo en nuestro país y porque un pan de celíaco carece de la elasticidad que posee uno que contiene gluten. Por otra parte, se pensó en incorporar pectinas, porque este compuesto es seguro, se usa como espesante y gelificante. Además una característica de los enfermos celíacos es el deterioro de las vellosidades intestinales, en este sentido la incorporación de pectinas o hidrolizados en un alimento permitiría la normalización de los síntomas", concluyó.