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Pensar positivo alarga la vida en hasta dos años

Mirada. Sentir que la vida tiene un propósito podría repercutir en cuánto tiempo se vive, según un estudio que vinculó el nivel de bienestar con la longevidad.

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El secreto de la longevidad estaría en pensar positivo y en tener un propósito en la vida, según señala un estudio publicado en la revista inglesa The Lancet.

La investigación partió de la base de lo que otros científicos han descubierto en el pasado: que sentir que la vida tiene un propósito y un significado tiene beneficios para la salud mental. Pero lo que estos expertos querían conocer es si pensar positivo tiene repercusiones en la esperanza de vida de las personas.

Para ello, los investigadores analizaron los datos de 9.050 adultos de una edad promedio de 65 años.

Según recogió el diario The Washington Post, los autores calificaron la forma en que lo participantes percibían su bienestar de acuerdo con factores como el control que sentían que tenían de su vida, la percepción de que su vida valía la pena y si ésta tenía un objetivo.

En los siguientes ocho años y medio del estudio, 1.542 personas que participaban en él murieron, entre ellas un 9% de aquellas que sentían el mayor nivel de bienestar y un 29% de aquellas que percibían menos bienestar.

Con ello, los científicos concluyeron que entre mejor se sintieran las personas con su vida, menos posibilidades tenían de morir. Específicamente, las personas más "positivas" registraron un 30% menos de riesgo de fallecer que aquellas más "negativas".

Asimismo, las personas más positivas vivieron, en promedio, dos años más que las otras, según escribieron los autores en su paper.

Los datos de los participantes sobre su bienestar fueron generados a partir de sus respuestas a una serie de cuestionarios elaborados por los científicos.

Estudios anteriores han demostrado que la felicidad contribuye a una vida más larga. La ciencia ha encontrado, además, que tener una actitud positiva frente a la salud también ayuda a vivir por más tiempo.

En Chile, la esperanza de vida es de 83 años para las mujeres y 76 para los hombres, seis y siete años más que lo que se proyectaba en 1990.

Un caso de estudio

En EE.UU., un país con altos niveles de obesidad, ha llamado la atención el caso de un pequeño pueblo enclavado en el estado de California, cuya población vive, en promedio, diez años más que la mayoría de los estadounidenses.

Pese a que la localidad, llamada Loma Linda, está plagada de locales de comida rápida -como muchas otras ciudades de EE.UU.-, posee un sorprendente récord de habitantes que viven hasta edades muy avanzadas y sin enfermedades crónicas.

Pero existe una teoría que podría explicar esta alta esperanza de vida.

El director del Departamento de Medicina Preventiva de la Universidad de Loma Linda, Wayne Dysinger, comentó a la cadena británica BBC que cerca de la mitad de los 24 mil habitantes del pueblo pertenecen a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, una comunidad cristiana que se caracteriza por cumplir una serie de reglas estrictas de alimentación, ejercicio y descanso.

"Los datos son claros, han sido publicados y revisados", aseguró Dysinger al citado medio inglés. "No hay duda de que la gente con un estilo de vida como el suyo vive más años", añadió.

Un equipo de la Universidad de Stanford encontró que a diferencia de lo que se cree, los genes no serían determinantes en cuánto se vive. Tras analizar a un grupo de 17 personas que vivieron más de 110 de años, los investigadores "no lograron hallar variantes genéticas raras que produzcan proteínas capaces de explicar su longevidad", según señala el paper, elaborado por el académico Hinco Gierman, de la Universidad de Stanford (Palo Alto, California), y publicado en noviembre en la revista especializada PLOS One.

Mabel González